Con la reproducción íntegra de una carta de Asunción Flores al Jefe de Estado Mayor del FULNA, Fabián Zaldívar Villagra
Memoria del Futuro | Por Jean Mersault
En Adelante se publicaron, a lo largo de los años, varios artículos biográficos (ver 1, ver 2, ver 3, ver 4) sobre el gran Maestro José Asunción Flores. Este texto, con motivo del 120 aniversario de su nacimiento, pretende complementar ese compendio biográfico agregando otros elementos sobre un aspecto fundamental de su vida que rara vez se menciona en los coloquios, charlas y eventos que realiza el gobierno (entidades estatales): su activa militancia en el Partido Comunista Paraguayo (PCP) y su papel en los movimientos nacionales e internacionales por la paz.
Lo que sucede con Asunción Flores no es algo único ni sorprendente, puesto que el capitalismo busca “esterilizar” relatos —o como dice un amigo: descafeinarlos— para restar sustancia, esencia; la ideología burguesa crea figuras míticas despojadas de toda dialéctica o, en este caso específico, se apropia de la biografía de un artista para excluir su trayectoria militante-comunista, cuando esta es esencial en la cosmovisión creadora de su obra.
En lo que refiere a la postura política y creadora de Flores, en consonancia con lo que pensó Lenin, en torno —en un primer término— al libre acceso de la cultura y las artes para las grandes masas trabajadoras, propuso un arte que pudiera llegarle de forma accesible a toda su gente. Lo importante, en un país como Paraguay, es esa liberación del arte, ponerlo a disposición de la clase trabajadora. Sobre esto, Adolfo Sánchez Vázquez1 rescató en sus notas sobre Lenin que “el acercamiento entre arte y pueblo pasa, pues, necesariamente, por una elevación cultural y, por tanto, de la sensibilidad estética del pueblo. Sin embargo, mientras esta elevación se producía era inevitable que la aproximación se produjera a partir del nivel real en que se encontraban las masas”.
En este marco, el proceso de Flores no se redujo a la composición musical ni a la bohemia intrascendente. Allí donde se discute la cultura, se habla de él. Hoy nos interesa volver a hablar sobre algunos elementos que él mismo elaboró para el desarrollo de la lucha comunista, en la búsqueda de la superación de las relaciones capitalistas. Para ello, es preciso ofrecer algún contexto sobre los debates vigentes en torno al proceso cultural y el desarrollo de la subjetividad. No podemos estudiar la cultura de forma aislada. Esto sería infecundo y poco riguroso. El campo de la lucha ya está cimentado con bases burguesas y con sus propias reglas, a partir de allí, lo que surge son las posibilidades alternativas que tiene la organización revolucionaria para construir sus propias narrativas y bases culturales. El propio Flores mencionó algunas ideas en torno a la cultura en sus Memorias2 (p. 85): “La cultura es un proceso. La cultura se desarrolla a través del tiempo y del espacio. En el campo del pensamiento, la ciencia y el arte no existe sino el proceso…”.
La belleza tiene múltiples formas de expresión que tienen que ser liberadas, compartidas y distribuidas con la clase trabajadora, eso para apuntar —en adelante— a un proceso socialista. Esa intención de hacer accesible la música, le costó caro a Flores. Durante el desarrollo creativo de la Guarania, Flores fue flanco de ataques inmisericordes por su militancia, por parte del gobierno (primero Federico Chaves, luego Stroessner) y su ‘intelectualidad’ orgánica, como él mismo mencionó: “Desde un tiempo a esta parte soy blanco de imputaciones de diferentes tipos, por ejemplo: que el Partido Comunista, al cual pertenezco de pies a cabeza, ha imposibilitado y anulado el latido de mi voluntad para seguir con la composición. Indudablemente, la posición ideológica que yo sustento causa estragos en algunos reaccionarios anticomunistas…”3.
También es necesario reconocer el trabajo de Flores en el Consejo Mundial de la Paz4, abogando por el desarme nuclear en el mundo. Esta posición, mediando el contexto de la época, no es menos importante que todo su repertorio artístico, sino que convive integralmente junto a este. La labor política que implicó integrar un organismo internacional así y ejercer la tarea de gestionar comunicaciones tan sensibles para el momento histórico refrendan la capacidad y lucidez del Maestro.
Por lo expuesto, consideramos de suma relevancia para este tiempo reproducir esta carta que escribió José Asunción Flores, siendo delegado del Consejo Mundial de la Paz, al Jefe de Estado Mayor del Frente Unido de Liberación Nacional5 (FULNA).
La potencia destructiva bélica y el Paraguay6
Carta de José Asunción Flores a Fabián Zaldívar Villagra7
Querido amigo:
Permítame llamarlo así, porque así lo siento en la inquietud que me mueve a escribirle.
Nuestro país enfrenta serios problemas: hay poca producción, hay escasez de alimentos y de otros artículos indispensables; abundan las enfermedades y son miles los enfermos sin atención médica adecuada; es alto el porcentaje de analfabetismo y decenas de miles de niños que quedan sin escuelas; hay desocupación y numerosos compatriotas emigran en busca de trabajo, los precios suben, la moneda sufre desvalorización constante y los ingresos reales de la población disminuyen.
Sin embargo, los gastos del Estado para este año se elevan a más de 2.400 millones de guaraníes, de los cuales casi 1.000 millones se gastan en el mantenimiento de fuerzas armadas militares y policiales, sin contar los gastos afines vinculados a planes estratégicos. Esto obliga a aumentar constantemente los impuestos que agobian a la población y ahogan la actividad productiva.
¿Por qué un país que afronta tantas y tan serias dificultades económicas y sociales, invierte una parte tan grande de sus recursos en gastos militares?
Creo que la razón básica de este hecho tan perjudicial para nuestro país, está en la tirantez de las relaciones internacionales, en la división del mundo en bloques militares opuestos y en la afiebrada carrera armamentística. Este clima de desconfianza y tensión perturba también el intercambio comercial, cultural y hasta deportivo. Los productos de los agricultores y de otros productores nacionales no tienen colocación segura, aún cuando hay demanda de ellos en el mundo. Pero como lo han declarado voceros oficiales, nuestro comercio exterior está restringido a ciertos mercados por razones estratégicas.
También se invocan razones de seguridad y de defensa para desconocer elementales derechos humanos y libertades ciudadanas y asfixiar la libre creación artística y cultural.
Hasta hace poco podría creerse que el Paraguay, por estar dentro de un continente, no sería alcanzado por la guerra. Pero con los nuevos proyectiles balísticos intercontinentales, que se dirigían sobre todo contra las bases aéreas y de lanzamiento de cohetes, la situación de nuestro país ha cambiado completamente.
La red de compromisos de guerra va envolviendo cada vez más al Paraguay. En la Conferencia para el proyectado Tratado de Defensa del Atlántico Sur, nuestro país fue especialmente ofrecido como base de apoyo aéreo y recientemente se han hecho propuestas oficiales para vincular el bloque militar de la Organización del Tratado del Atlántico Norte con la Organización de Estados Americanos, de la que nuestro país forma parte.
Además, la atmósfera de todo el globo está siendo envenenada con el mortífero estroncio 90, debido a las explosiones nucleares de prueba. Estos peligros han sido denunciados por más de 10.000 científicos norteamericanos, soviéticos, ingleses, alemanes y de otros numerosos países en declaración conjunta.
La humanidad enfrenta un grave dilema. ¿Los grandes progresos de la ciencia y de la técnica servirán para abrir camino al triunfo de la razón y del desarme o serán utilizados para fomentar la histeria belicista, ahondar en la división del mundo y acentuar la competencia de armamentos?
Hay fundados motivos de intranquilidad. Las negociaciones sobre desarme están estancadas desde hace mucho tiempo. Sobre diversas partes del mundo vuelan, de día y de noche, aviones bombarderos con su siniestra carga de armas nucleares. Se construyen y perfeccionan los cohetes intercontinentales, capaces de llevar devastación nuclear a cualquier rincón de la tierra. Se exige de otras naciones que cedan sus territorios para la instalación de bases para el lanzamiento de cohetes. Siguen las pruebas con bombas atómicas y de hidrógeno.
El enorme costo de estas armas consume las riquezas de las naciones y devora miles de millones de horas de trabajo de toda la humanidad, tan necesarias para resolver o aliviar la escasez, la sub-alimentación, las enfermedades y el analfabetismo en muchos países como el nuestro.
Es evidente que el Paraguay tiene un interés propio fundamental, igual que los demás pueblos, en que la ciencia sea puesta al servicio de la vida, en que se avance por el camino del desarme, se suprima la amenaza y se cree un clima propicio para una más amplia cooperación entre las naciones.
En todos los continentes y países se siente hoy la imperiosa necesidad de hacer escuchar más y mejor la voz de la opinión pública para ayudar a los gobiernos a encontrar soluciones a esos problemas palpitantes.
Es con este ánimo que el Consejo Mundial de la Paz, reunido en Estocolmo en octubre de 1958, ha convocado al Congreso por el desarme y la cooperación internacional para fines del primer semestre de 1959. Este Congreso está abierto a la participación de todas las organizaciones, de los hombres y mujeres de todas las ideas y creencias, de todos los pueblos del mundo, que deseen el desarme y la cooperación internacional.
Es esta una alta tribuna universal donde nuestro pueblo puede y debe hacer oír su voz. En mi carácter de miembro del Consejo Mundial de la Paz me es grato poner en sus manos esa convocatoria e invitarlo a considerarla detenidamente.
Como es natural, en el Paraguay —igual que en otros países— pueden existir diversas corrientes de ideas en cuanto al camino, a la forma y a los medios de llegar al desarme y a una más amplia cooperación internacional.
¿No sería posible hallar una cauce de acción común o formas de acción paralelas a través del exámen y la confrontación de ideas, para hacer escuchar la voz del Paraguay —si es posible fuera en todos los matices— en este gran congreso?
Me dirijo a todos los partidos, organizaciones gremiales, culturales, recreativas y deportivas, así como destacadas personalidades de nuestro país, para que examinen estos problemas y situaciones. Que cada uno aporte ideas y tome las iniciativas que considere convenientes para estudiar las cuestiones aquí planteadas y buscar acuerdos, sea en reuniones de intelectuales, artistas, profesionales y hombres de ciencia; sea en asambleas o reuniones de gremios, centros y asociaciones, sean en conversaciones de amigos, vecinos o familiares.
¡Que cada uno comprenda y sienta la necesidad de su acción para que la razón y la verdad triunfe!
Me será grato recibir noticias suyas con sugerencias e iniciativas. Reciba mis cordiales saludos.
Notas
- Ver “Notas sobre Lenin, el arte y la revolución” (1970), disponible en: https://www.revistadelauniversidad.mx/articles/962c0fe4-18c6-45e6-8be7-8f3e90b5193c/notas-sobre-lenin-el-arte-y-la-revolucion ↩︎
- Flores, J. A. (2022). Memorias (A. González Delvalle & A. V. Pecci, Eds.). Editorial Rosalba. ↩︎
- Ídem. ↩︎
- El Consejo Mundial de la Paz (CMP) es una organización internacional formada luego de la II Guerra Mundial que aboga por la paz, el desarme nuclear y la coexistencia pacífica. Ver más en: https://www.wpc-in.org/ ↩︎
- El Frente Unido de Liberación Nacional o FULNA (1959-1965) fue una guerrilla revolucionaria anti-stronista que luchó y enfrentó a las fuerzas estatales, buscando la liberación nacional. ↩︎
- Carta enviada por Flores desde la Ciudad de Buenos Aires, Argentina. Sin fecha determinada. Reproducción íntegra sin modificaciones desde el Archivo de Adelante! ↩︎
- Fabián Zaldívar Villagra fue un militar y combatiente revolucionario del Frente Unido de Liberación Nacional (FULNA). Héroe de la Guerra del Chaco, capitaneó en 1933 una de las más gloriosas victorias en Nanawa. Fue Jefe de Infantería en el levantamiento de Concepción en 1947, siendo designado entonces miembro de la Junta y Jefe del Gobierno Revolucionario. Su actuación fue decisiva para que la guarnición del Chaco, la más importante del país, se plegara a esta insurrección contra la tiranía de Morínigo. “Es el prototipo paraguayo, moreno, de baja estatura, pero de recio continente. Sobrio en el hablar, afable en el trato. Los rasgos de su personalidad se destacan por la firmeza de sus convicciones”, así lo describió en septiembre del 47 La voz popular, periódico de Formosa. El 15 de septiembre de 1959, el Coronel Fabián Zaldívar Villalba fue el encargado de abrir el acto de lanzamiento del FULNA en Montevideo. Ejerció su comandancia como Jefe de Estado Mayor, junto con Ávalos Carísimo. Por ello, en enero de 1961 es arrestado en Argentina, acusado de la fabricación de armas, torturado y condenado a 3 años de cárcel. Falleció en el exilio el 17 de agosto de 1973. Fuente: Memoria del Futuro. Retratos de insurrección de Alberto Barrett (2022), Ediciones Adelante! ↩︎
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