Breve repaso biográfico del primer director de Adelante!
Adelante 83 | Por Jean Mersault
Alfredo Enrique Alcorta Aguilera nació un 14 de abril de 1913 en Horqueta (Concepción, Paraguay), hijo de Enrique Alcorta y Genoveva Aguilera.
Registro de bautismo de Alfredo Alcorta, parroquia de Nuestra Señora de la Concepción, 22 de junio de 1918. Archivo Adelante.
Alcorta se educó primariamente en su ciudad natal, luego ingresó al Colegio Nacional de la Capital y posteriormente se trasladó a la Escuela de Comercio Jorge López Moreira. En esta última institución dio sus primeros pasos como dirigente estudiantil. Su educación formal se vio interrumpida por el inicio de la Guerra del Chaco, ya que tuvo que partir al frente de batalla. Del que volvió con el rango de teniente segundo.
Luego de su participación en el conflicto bélico se acercó aún más a los movimientos sociales de la época y comenzó su militancia en el Partido Comunista Paraguayo (PCP), siguió con el trabajo de dirección estudiantil en el proceso de organización de la Federación de Estudiantes Secundarios del Paraguay (FESP). En el congreso de 1939 fue electo presidente de la FESP y se fundó el órgano de prensa del mismo que, según Antonio Bonzi (2001, p. 260), tenía una orientación reformista-antifascista. Para hablar de Alcorta, necesariamente tiene que mencionarse a Antonio Maidana1 y a Julio Rojas2. En este caso, Maidana recordó en sus Memorias (2009, p. 53) al períodico del FESP:
El períodico FESP, cuyo director fue el camarada Alfredo Alcorta y en el cual muchos de los jóvenes estudiantes hicimos entonces nuestros primeros ensayos para abordar problemas estudiantiles y sociales, desempeñó un importante papel para orientar a la juventud paraguaya. Contribuyó positivamente a crear entre los jóvenes una conciencia antifascista…
Según el relato de Petrujin y Churilov (1984, pp. 246-247), Maidana y Alcorta se conocieron en 1938 durante una reunión partidaria para discutir la situación estudiantil, el periodismo y el proceso del FESP. Un año más tarde se sumó Julio Rojas, por entonces un referente de la historiografía y líder estudiantil.
Con el arribo de Higinio Morínigo al frente gubernamental, los derechos y las libertades fueron prácticamente anuladas e inició un proceso sistemático de persecución a dirigentes obreros y estudiantiles. En ese marco hostil se organizó el I Congreso del PCP, realizado en junio de 1941, en este congreso Alcorta fue designado miembro del Comité Central del Partido y se le encomendó, a su vez, la creación del órgano central de prensa. Se relata en el libro Quebracho quiere decir firme (1984, p. 16), así: “El congreso aprobó el programa del Partido y decidió publicar el períodico Adelante, en calidad de nuevo órgano del Partido”.
Un par de años más tarde, Alcorta asume desde la clandestinidad la labor de redactor jefe de Adelante, la dirección del Comité Regional de Asunción y la responsabilidad de la Secretaría de Agitación y Propaganda (Agitprop) del PCP. Debido a lo que implicaba sus tareas es, que en ese período (1940-1943), fue arrestado varias veces. La línea del medio de prensa comunista Adelante, defendiendo los intereses del proletariado y denunciando el carácter fascista del régimen moriniguista, inquietó al gobierno hasta el punto en que se ordenó la búsqueda y cierre de la redacción del órgano. En 1943, la policía allanó la sede de Adelante, arrestó a Alcorta, Maidana y a otros camaradas. Estando presos en Asunción, a causa del estrés por las torturas y el encierro, Alcorta sufrió un derrame cerebral3. A pesar de esto, el régimen de Morínigo los derivó a un centro de detención ubicado en Bahía Negra, Chaco. En esa prisión se reencontró con el camarada Augusto Cañete4, con quien logró fugarse5 para participar de una conferencia partidaria clandestina en Asunción.
En la clandestinidad, Alfredo Alcorta se encargó del mimeografiado y editó numerosos ejemplares de Adelante. Realizó un fuerte trabajo para llamar a reforzar la lucha por los derechos democráticos. A pesar de la represión y censura, el órgano de prensa logró publicarse con cierta regularidad. En el año 1945, afirma Bonzi (2001, p. 260) fue designado para representar al PCP en calidad de delegado en el congreso del Partido Comunista de Chile.
En 1946 se desató una crisis importante para el régimen de Morínigo, lo que lo obligó a formar una coalición de gobernanza junto con otras fuerzas políticas: representantes del ejército, del partido colorado, del febrerismo, etc. Durante cinco meses, el PCP pudo actuar de forma legal y crecer cuantitativamente6, hasta el golpe de 1947. En su totalidad la militancia comunista fue perseguida y exiliada. El órgano de prensa comunista y su dirección llamó a la resistencia proletaria frente a la avanzada reaccionaria del gobierno. La insurrección en Concepción dio paso a la guerra civil que duró seis meses. Las fuerzas reaccionarias aplastaron a las masas organizadas con ayuda del imperialismo.
Esto llevó al PCP a intensificar su trabajo con las masas y, a pesar de haber perdido muchos militantes en el proceso del conflicto, el Partido logró sostenerse hasta el II Congreso en 1949. La síntesis para el II Congreso de la situación política: el principal enemigo era el imperialismo yanqui. En ese congreso, Alcorta fue designado miembro de la Comisión Política (CP) y del Secretariado General del Comité Central (CC) del PCP.
Ese año fue bastante duro para el equipo editorial de Adelante, teniendo en cuenta la prisión de una gran cantidad de militantes (entre los que se encontraba Alcorta) y la brutal represión que derivó en el asesinato del estudiante Mariano Roque Alonso7, que trabajaba para el órgano de prensa del PCP.
Este hecho afectó de sobremanera a Alcorta; puede asumirse esto a partir de lo que recogen Petrujin y Churilov, Antonio Bonzi y otros camaradas sobre esa época, también por la forma en la que se dio el arresto, tortura y asesinato del joven estudiante, militante y redactor de Adelante.
Sobre el órgano partidario, Petrujin y Churilov (1984, pp. 213-214) refieren esto, citando a Alcorta:
Trabajábamos en condiciones muy difíciles. Muchas veces tuvimos que cambiar el lugar de la redacción y de la imprenta, para burlar a la policía. Otra dificultad era la difusión de los periódicos y las octavillas. Por lo general, esto se encomendaba a nuestros jóvenes camaradas, a los jóvenes comunistas.
Agrega Bonzi, sobre las condiciones mientras trabajaban en Adelante, en su libro Proceso histórico del Partido Comunista Paraguayo (2001, p. 115):
La mención del órgano del Partido Comunista Adelante, me resulta particularmente sensible por haber sido partícipe de sus ediciones desde 1942 hasta 1960. Tuve el honor de trabajar como “ayudante” junto a Alfredo Alcorta (“Eugenio”), su primer director, y más tarde con Efraín Morel (“Vorochilov”), en las condiciones de la más dura clandestinidad, mudando el viejo mimeógrafo de un refugio a otro.
Luego de la llegada de Alfredo Stroessner al ejecutivo estatal del Paraguay y con la ley 294/55 de “defensa de la democracia” ya vigente, la militancia comunista paraguaya tuvo que seguir en la clandestinidad y movilizarse desde la Argentina para ir a otros países de la región. Alcorta, como miembro de la Comisión Política del PCP, asistió a cursos de formación de cuadros en Brasil, organizados por el Partido Comunista Brasileño (PCB), entre 1955 y 1956.
Tarjeta de inmigración del Brasil de Alfredo Alcorta, gestionada desde la Argentina, 1956. Archivo Adelante.
Años más tarde, entre 1957 y 1958, el PCP se preparó e hizo llamamientos denunciando al stronismo, en ese contexto se fue allanando el camino para una Huelga General. Huelga en la que su militancia tuvo un protagonismo importante. En ese contexto, como narran Bernabé Penayo y Noelia Cuenca en Adelante: “Antonio Maidana había sido preso tras oponer tenaz resistencia, cuando llevaba consigo un llamamiento del Comité Central del PCP dirigido a los obreros para aquella histórica huelga del 58”.
Nota escrita a mano por la policía, referenciando a Alcorta (“c. Guzman”) y a Julio Rojas (“c. Robledo”). Archivo del Terror – Museo de la Justicia (R0193F2464).
Igual suerte corrieron Rojas y Alcorta, este último fue arrestado meses más tarde. Luego de la histórica huelga comenzó una cacería a los comunistas que quedaron en el país. Inició la cuenta del “Panteón de los vivos” en la comisaría tercera de Asunción.
En esta constancia al jefe del departamento de investigaciones de la policía aparecen Maidana (Comisaría Tercera, n. 8), Rojas (Comisaría Tercera, n. 11) y Alcorta (Comisaría Tercera, n. 12). Nota del Archivo del Terror – Museo de la Justicia (R010F2079).
Allí, en la comisaría tercera, estuvieron presos 19 años en las peores condiciones, expuestos a torturas constantes y a vejaciones inimaginables. Entre medio un breve traslado al campo de concentración de Emboscada y la enorme presión internacional por la liberación de los presos políticos. Sobre la experiencia en la prisión, Alcorta mencionó parte de su vivencia en esos años en una entrevista para Prensa Latina de Cuba (Martí Díaz, 1978, p. 67):
Son incontables los presos políticos en Paraguay. No se puede saber el número exacto porque la policía lo oculta. Una idea vaga la da el hecho de que además de las prisiones, están llenos los calabozos de todas las comisarías de la capital. Conocimos el campo de concentración “Emboscada”, a 40 kilómetros de Asunción. Había 250 presos y solo 40 estaban procesados. El resto había sido lanzado allí sin una sola denuncia ni un solo cargo. Algunos ni sabían por qué estaban arrestados (…) El departamento de investigaciones de la policía está lleno de presos. Allí se ejecutan las más refinadas torturas, desde la pileta de agua hasta la flagelación a latigazos. Quien entra a “Investigaciones” no tiene derecho a defensa ni a los tribunales.
Para el año 1977, el régimen stronista pone en “libertad vigilada” a Maidana, Alcorta y Rojas. No les entregan sus documentos y son forzados a refugiarse en la embajada del Perú, hasta lograr conseguir una forma de salir del país. Meses más tarde, en octubre de ese año, logran conseguir visas del gobierno de Suecia.
Nota de la embajada de Suecia sobre la situación de Alcorta, Maidana y Rojas, octubre de 1977. Archivo de Adelante.
En condición de exiliados, salen del país y pasan a Suecia, llegan a Alemania, visitan la URSS y finalmente aterrizan en Cuba, donde fueron recibidos con los más altos honores. En ese viaje fueron acompañados por Manuel Ramos, también militante del PCP.
Recibimiento distinguido en Cuba (de izquierda a derecha: Alfredo Alcorta, Antonio Maidana y Julio Rojas), circa 1978. Archivo Adelante.
A finales de 1979 y comienzos de 1980, Maidana y Rojas regresan al continente con la intención de ayudar a reorganizar al PCP y estar cerca de sus familias y camaradas. Alcorta también volvió a Argentina, en ese interín, de forma clandestina. En octubre de 1980, fue apresado en Caseros, como lo confirma un memorándum de la oficina de Stroessner:
Memorando de la oficina de Alfredo Stroessner que indica la detención de Alcorta en Buenos Aires, 1980. Nota del Archivo del Terror – Museo de la Justicia (R095F0248).
En el caso de Antonio Maidana, el Plan Cóndor activó sus recursos más feroces: el 27 de agosto de 1980 secuestraron y desaparecieron a Maidana y Emilio Roa en Buenos Aires. A la par, muchos comunistas pasaban años en las prisiones.
Folleto del Comité Central del PCP que denuncia la persecución stronista y da cuenta de la cantidad de años de prisión de sus militantes, circa 1989. Archivo Adelante.
Alfredo Alcorta fue liberado un año después y, mediante la mediación de las Naciones Unidas, regresó a Suecia en condición de asilado. Es importante mencionar el apoyo y el compromiso de su compañera y esposa Marcelina Balbuena8, que estuvo siempre a su lado y con quien tuvo dos hijos. Alcorta falleció en 1982 en Estocolmo. Sus cenizas reposan en La Habana. El trabajo incansable realizado en la militancia comunista, desde la gestión de órganos de prensa y edición, siguen siendo una referencia.
Su militancia, su trabajo y su vida se entrelazan de tal manera que es uno de los ejemplos más destacables que tenemos de la praxis marxista. Por ello, la gran poeta y camarada Carmen Soler le dedicó el poema titulado Implacablemente:
Un día sacudiremos todo.
Sacudiremos
los huesos de los muertos
haremos hablar sus calaveras
desenterraremos sus hazañas
exhibiremos sus vergüenzas.
¡Nadie crea que con matar destruye!
Porque sacudiremos todo
¡implacablemente!
Referencias
Bonzi, A. (2001). Proceso histórico del Partido Comunista Paraguayo: Un itinerario de luces y sombras. Arandurã Editorial.
Maidana, A. (2009). Forjando el ideal comunista: Memorias de Antonio Maidana. Arandurã Editorial.
Martí Díaz, J. (1978). Tres testigos excepcionales: El Paraguay de Alfredo Stroessner. Prensa Latina, 66-67.
Pereira, R. (2011). El exilio, elemento de consolidación de la dictadura del General Alfredo Stroessner (G. H. Halpern, Comp.; 1ra.). Ápe Paraguay.
Petrujin, A., & Churilov, E. (1984). Quebracho quiere decir firme. Progreso.
Imagen de la portada: (Izq. a der.) Julio Rojas, Antonio Maidana, Alfredo Alcorta y Antonio Ramos en Cuba, circa 1978.
Notas
- Admirado referente del gremio docente, fue Secretario General del Partido Comunista Paraguayo (PCP), estuvo preso durante más de 20 años en total en los calabozos de Morínigo y Stroessner. Fue secuestrado y desaparecido con Emilio Roa en la Argentina, en el marco del operativo cóndor. ↩︎
- Profesor Normal, ejerció la docencia activamente, fue Secretario General del PCP, fue preso varias veces y compartió el “Panteón de los vivos” con Alcorta y Maidana. ↩︎
- Lo relata Raquel Pereira (2011, p. 320): “Había sido detenido en 1940 y en 1941, luego en 1943, momento en que fue víctima de un derrame cerebral de mediana intensidad. Dicho estado de salud no impide al régimen enviarlo a un campo de concentración en el Chaco (zona de Bahía Negra)”. ↩︎
- Ver más sobre Augusto Cañete: https://diccionario.cedinci.org/canete-augusto/ ↩︎
- Los relatos accesibles cuentan que la fuga se dio de forma planificada y que contaron con la ayuda de un anónimo que les acercó en un vehículo desde Bahía Negra hasta Asunción, entre chatarras. ↩︎
- Según las referencias de Petrujin y Churilov, el PCP contó con más de diez mil afiliados para ese tiempo. ↩︎
- Ver más sobre Mariano Roque Alonso en: https://diccionario.cedinci.org/alonso-mariano-roque/ ↩︎
- Marcelina Balbuena también fue perseguida por el régimen stronista, lo que le valió ser arrestada y torturada varias veces. Ver Informe Final CVJ “Anive Haguã Oiko” (Tomo VIII, Parte 2, p. 292): https://codehupy.org.py/wp-content/uploads/2020/10/Tomo-VIII-Parte-2.pdf ↩︎
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