#8M: ¡Diversas, unidas y movilizadas!

Este martes se desarrollaron diferentes actos y marchas por el Día Internacional de la Mujer Trabajadora en Encarnación, Pilar, Pedro Juan Caballero, Ciudad del Este y Concepción. En Asunción, bajo la consigna ¡Diversas, unidas y movilizadas!, centenares de mujeres marcharon desde la Plaza Uruguaya hasta la Plaza de la Democracia, donde se realizó un acto central y la lectura del tradicional manifiesto.

Esta mañana, la Red de Mujeres de Pilar sostuvo una reunión con autoridades de las Secretarías de la Mujer de la Gobernación y de la Municipalidad local, donde se presentaron las principales demandas de las mujeres organizadas. En simultáneo, pero el otro lado del país, mujeres concepcioneras marcharon desde el Cruce Horqueta hasta la Fiscalía regional en conmemoración al 8M y en repudio a la Ley Zavala-Riera. La actividad fue convocada por la Red de Mujeres Defensoras de los DDHH y la Coordinadora Departamental de organizaciones campesinas de Concepción.

En Ciudad del Este, decenas de mujeres marcharon contra el acoso en todas sus formas y por la construcción de un albergue para víctimas de violencia de género en Alto Paraná. Desde la organización feminista Kuña Poty, instan al Estado a «invertir en políticas públicas para la prevención de la violencia hacia las mujeres en sus diversas formas, así como en infraestructura para el abordaje de los casos. Un mapeo realizado por la organización revela que los servicios estatales son precarios, centralizados y carentes de funcionarios suficientes para llegar a todos los territorios«.

En Encarnación, la organización Kuña Róga y las Feministas Universitarias de Itapúa realizaron una sentata en la Plaza de Armas de la cabecera departamental. En Pedro Juan Caballero también las mujeres organizadas marcharon por la calles de la capital de Amambay.

En Asunción, bajo la consigna ¡Diversas, unidas y movilizadas!, centenares de mujeres marcharon desde la Plaza Uruguaya hasta la Plaza de la Democracia. «La consigna principal, por lo menos para nosotras las mujeres trabajadoras, tiene que ser la lucha por los derechos laborales, se ha perdido muchísimo en esta materia en los últimos tiempos y sobre todo las mujeres, que somos consideradas como personas de segunda, además de las tareas de cuidado que recaen en nosotras y no son reconocidas como trabajo«, expresó desde la Plaza Uruguaya de Asunción Rosa Miranda, docente universitaria e integrante del Sindicato de Trabajadores de la Facultad de Ciencias Sociales de la UNA.

Imágenes y videos de nuestra cobertura en Asunción:

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Carolina Duarte, trabajadora social e integrante de la Juventud Comunista, resaltó que este 8M las mujeres trabajadoras «marchamos por el respeto a la dignidad e integridad de las niñas y niños, exigimos también juicio y castigo a los responsables del asesinato de las niñas Lilian Mariana y María Carmen y la aparición con vida de Lichita«.

«Marchamos por igualdad en la condiciones laborales y que se respete la Ley de Maternidad«, remarcó Sara Alonso, estudiante de Ecología Humana en la UNA. Por su parte, Cira Novara, educadora popular y docente, aseguró que «las Ollas Populares marchamos porque somos mujeres trabajadoras que luchamos por el derecho a la alimentación en Paraguay».

En las ciudades argentinas de Buenos Aires y La Plata, miles de mujeres marcharon y reivindicaron también la aparición con vida de Carmen Elizabeth «Lichita» Oviedo Villalba, justicia por la niñas Lilian Mariana y María Carmen Villalba, así como la libertad de Carmen y Laura Villalba.

«Nos organizamos por una Argentina plurinacional por todas las mujeres migrantes y refugiadas que son estigmatizadas y violentadas por ser mujeres, migrantes y pobres, por la aparición con vida de Lichita niña migrante paraguaya«, señala la declaración de la Secretaría de Trabajadorxs Migrantxs y Refugiadxs de la UTEP.

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Compartimos el manifiesto leído durante el acto central por el Día Internacional de la Mujer Trabajadora en la Plaza de la Democracia, Asunción.

Este 8 de marzo, Día Internacional de las Mujeres Trabajadoras, nos encontramos fuertes, unidas y movilizadas, para levantar nuestra voz contra las injusticias laborales, la precariedad e inoperancia característica del gobierno con su pésima gestión en la pandemia. Hace 5 años venimos construyendo esta marcha, mujeres del campo y la ciudad, mujeres cis y mujeres trans, mujeres de distintas edades; porque creemos que la unidad nos fortalece ante las desigualdades machistas que se perpetúan y la sentimos en nuestros cuerpos a diario.

Las crisis económica y climática, en particular, la sequía y los incendios forestales, afectan en especial a las mujeres, a nuestros cuerpos y territorios. La inflación, los despidos injustificados y la suba del precio de la canasta familiar nos impacta con más fuerza porque mayormente somos las mujeres quienes sostenemos los hogares, estando a cargo tanto de los hijos e hijas como del trabajo de cuidado de personas adultas o con discapacidad, ante la desidia del Estado y, muchas veces, del abandono de los padres ausentes que no pagan ni la pensión alimenticia, encubiertos por una Fiscalía ineficiente y ausente.
 La violencia machista afecta a la lucha feminista día a día, violentado de diversas formas a las niñas y mujeres en Paraguay.

Una de las situaciones que afecta gravemente a las mujeres de las comunidades campesinas e indígenas es la sequía a causa del cambio climático. El 80% de la producción del 2021 se perdió, esto significa que habrá escasez de alimentos para auto-consumo y para renta este año; significará un duro año para feriantes y un impedimento para el avance de la economía Feminista.

El 2021 fue un año muy difícil ya que se aprobó la ley Zavala-Riera, la cual intenta legalizar las tierras mal-habidas y criminalizar la lucha por la tierra. Nosotras, las mujeres campesinas, hemos sido las más afectadas porque somos quienes debemos sostener a la comunidad. Muchas seguimos defendiendo y resistiendo en nuestros territorios. El aporte que damos las mujeres campesinas e indígenas en la producción agro-ecológica y artesana es de un valor incalculable y, a pesar de las limitaciones, se va transmitiendo de generación en generación.

Por otro lado, queremos mencionar que estamos frente a un año electoral en el cual se recrudecen la narcopolítica, la violencia y la criminalización de la lucha social. Este 8M marchamos no solo para gritar nuestro descontento por la falta de trabajo digno, necesario para tener seguridad, o nuestro hartazgo por la violencia de género que sufrimos a diario, sino también porque el movimiento feminista exige, además, el respeto por nuestros recursos naturales y el fin de la narcopolítica. Marchamos también por el cese de los desalojos, de los contratos basura, de los despidos injustificados que se multiplicaron con la pandemia, y por el fin de los vínculos de narcopolíticos en los ámbitos públicos y privados. No estamos ajenas a lo que sucede a nuestro alrededor y sabemos la relación existente entre la violencia patriarcal y el capitalismo contra el que levantamos la voz.

Marchamos para denunciar la desidia inmensa del Estado, el cual no se ocupa ni de las más mínimas necesidades del pueblo, más bien está gobernando para narcos y sectores del agro-negocio, gestionando sus intereses, mientras el país yace bajo el yugo de las injusticias, desigualdades y pérdida de nuestros bienes comunes.
Este 8M conmemoramos la lucha de las trabajadoras por el reconocimiento de nuestros derechos y celebramos las conquistas tanto de quienes nos antecedieron como las nuestras.

Exigimos la urgente garantía del acceso, goce y protección pleno de nuestros derechos como trabajadoras.

Afirmamos que NI LA TIERRA NI LAS MUJERES SOMOS TERRITORIO DE CONQUISTA.
¡SIN JUSTICIA CLIMÁTICA, NO HAY JUSTICIA SOCIAL! Somos conscientes de que el patriarcado se sostiene también con el dominio territorial, el cual hoy es ecológicamente homicida. Denunciamos, por tanto, la desigualdad que genera el extractivismo, que trae consigo la explotación de la naturaleza desde una perspectiva de género, raza y clase. Como paraguayas y sudamericanas, reivindicamos las exigencias históricas de las mujeres campesinas e indígenas en nuestra lucha contra el sistema patriarcal-capitalista que nos desvaloriza, esclaviza y explota, despojándonos de nuestras tierras y asesinando a nuestras compañeras defensoras ambientales.

Denunciamos que en este momento corremos peligro de retrocesos sobre las victorias de la lucha social; peligro de perder aquello por lo que luchamos y llegamos a conquistar históricamente.

Denunciamos la precarización de las personas que trabajan en delivery, nuestro trabajo no es reconocido, por lo tanto, no tenemos acceso a nuestros derechos laborales ni de salud. Reivindicamos nuestra lucha para ser reconocidas como trabajadoras con todos nuestros derechos.


Denunciamos y repudiamos enérgicamente la inacción de la policía nacional, que debe resguardar la integridad de las mujeres trabajadoras sexuales como ciudadanas paraguayas, pero, muy por el contrario, nos exponen a que primero nos violenten o maten para accionar y defender nuestros derechos humanos. Señalamos directamente a los inspectores municipales, que solo van a coimear a nuestros lugares de trabajo en vez de protegernos. ¡Exigimos que los identifiquen y sean sancionados con la debida diligencia!

Denunciamos y repudiamos el abandono y la persecución al campesinado y a la agricultura campesina. La Ley Zavala-Riera criminaliza y pisotea sus derechos humanos, anteponiendo la propiedad privada por encima de otros derechos fundamentales, como la educación, la alimentación y vivienda digna. Nos posicionamos en contra de la violencia desmedida de la que el Estado hace uso durante los desalojos ilegales, dejando en el abandono total a las familias campesinas e indígenas. Exigimos también la inmediata derogación de la ley Zavala-Riera y apoyamos las movilizaciones que inician el 9 de marzo, promovidas por la FNC y otras organizaciones campesinas.

Denunciamos la inseguridad y el temor causados por el proceso de militarización en el norte del país. Situación que malgasta fondos necesarios para salud y educación. Exigimos al estado paraguayo la búsqueda y aparición con vida de Lichita. Es momento de que el Gobierno asuma la Defensa de los Derechos Humanos de todas las personas sin distinción.

Rechazamos completamente la discriminación laboral hacia las lesbianas, bisexuales y personas no binarias, y proclamamos nuestro máximo repudio a las violaciones mal llamadas "correctivas" que se cometen contra las lesbianas en ámbitos laborales, de voluntariados e incluso familiares. Exigimos la aprobación de la ley "Julio Fretes" contra toda forma de discriminación y el fin de la precarización laboral para las lesbianas y para todas las mujeres en su diversidad.

Apoyamos absolutamente a nuestras compañeras bomberas que vienen denunciando diversos tipos de violencia en el interior de la institución. Varias denuncias incluyen acoso sexual, abuso sexual, sextorsión y violación correctiva. Reclamamos justicia para todas y que la institución de los Bomberos Voluntarios sea un lugar seguro para las mujeres.

Demandamos que el aporte de las mujeres en el trabajo por la salud mental sea visibilizado y respetado. ¡Basta de darle voz a los patriarcas de la Psiquiatría!
Exhortamos a las autoridades políticas a que tomen medidas urgentes y pongan a la crisis climática como prioridad en sus agendas. Así también, exclamamos: ¡Basta de pagar la deuda externa usurera e ilegítima! Instamos a la re-dirección del presupuesto para la salud y educación, pública y gratuita, para crear mecanismos de atención y cuidados con el fin de combatir la violencia machista. 

Exigimos al Estado garantizar el aborto seguro, legal y gratuito en Paraguay. Y celebramos la conquista histórica de las compañeras colombianas que lograron la despenalización del aborto hasta la semana 24, una de las legislaciones más avanzadas sobre el derecho de las mujeres a decidir sobre la maternidad y la no maternidad. Demostrando, además, que la lucha por nuestros derechos sexuales y reproductivos sigue y tiene sus frutos.
Gritamos con fuerza: ¡Basta de violencia psicológica y económica tanto de los progenitores irresponsables como de los juzgados de la niñez y adolescencia! Requerimos acciones reales e inmediatas para que los padres cumplan sus obligaciones y el deber de cuidado.

También exigimos cupos laborales para personas trans y la promulgación de una ley de identidad de género. Las personas trans exigimos al estado el derecho a nuestra identidad, como nosotras nos auto percibimos y nos identificamos, ya que es uno de los derechos fundamentales para poder acceder a los demás derechos, como a un trabajo digno sin estigma y discriminación. Reclamamos el acceso inmediato a la rectificación de nuestros nombres porque: Somos reales y nuestros nombres deben ser legales. Es por ello que exigimos a la Corte Suprema de Justicia que se expida sobre los casos de demanda de cambio de nombre de Mariana Sepúlveda e Yren Rotela y para todos aquellos casos de cambio de nombre que se presenten.
 

Exigimos, además, sin más demora educación, formación y capacitación para todas las mujeres.
 Requerimos una Educación Integral de la Sexualidad y acceso a orientación y métodos anticonceptivos para todes les jóvenes.

Exigimos que se ratifique y se cumpla el Convenio 190 “Sobre la Eliminación de la Violencia y el Acoso en el Mundo del Trabajo”. Así también, que se realicen investigaciones reales y efectivas, y se haga JUSTICIA para las mujeres víctimas de feminicidios, entre ellas recordamos hoy a Gabi y Cristel Penayo, asesinadas en el 2021.

Demandamos al Estado cuidados pre y pos natales adecuados que abarquen las áreas biopsicosociales centradas en respetar la fisiología natural de las mujeres, la libre expresión de nuestros dolores y temores de parto, y ante esto, exigimos que cada una de las mujeres gestantes recibamos contención de una persona cualificada y formada para ello, que no nos juzgue ante nuestras necesidades y miedos. Que cada una pueda estar acompañada de una persona con quien nos sintamos seguras y confiadas en ese momento crucial, respetándose siempre la diversidad de sentires sobre la maternidad y la no maternidad. Exigimos que se cumplan los permisos de lactancia en las empresas privadas e instituciones estatales. Que se instalen centros de cuidado y lugares para lactancia en los puestos de trabajo, garantizándose así el cumplimiento de este derecho de las mujeres trabajadoras madres. Ordenamos el fin de los despidos injustificados de las mujeres trabajadoras embarazadas. No podemos pretender o creer que a este país le importan las familias, si las mismas no tienen cómo sostenerse ni se reconoce la diversidad en ellas.

Reivindicamos, una vez más, el derecho a la igualdad salarial entre mujeres y hombres, posicionándonos contra la precarización, el acoso y el abuso laboral, luchando juntas por el derecho pleno de todas las mujeres.

Nosotras seguimos, desde distintos territorios, hermanadas en cada una de las marchas y acciones realizadas en distintos puntos del Paraguay y la región. Sabemos que no estamos solas, existe una fuerza inmensa de miles de mujeres luchando por lograr la igualdad de derechos en el ámbito laboral, porque ore rembiapo ovale.

¡Diversas, unidas y movilizadas!


8 de marzo de 2022

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