«En abril, las mayorías trabajadoras deberán elegir a la dupla presidencial contra la que podrán luchar mejor»

Del 27 al 29 de octubre se desarrolló en Cuba la vigésima segunda edición del Encuentro Internacional que nuclea a Partidos Comunistas y Obreros de todo el mundo, con el objetivo de generar un espacio de reflexión, intercambio y colaboración respecto a la lucha de los trabajadores y los pueblos que enfrentan la agresión imperialista. El Partido Comunista Paraguayo estuvo representado por su Secretario General, Najeeb Amado.

El lema central del evento proclama “Unidos somos más fuertes”, alude a la necesidad de fortalecer las relaciones y el intercambio entre trabajadoras y trabajadores para comprender en que solo con proyectos políticos que representan sus intereses y confrontan con los explotadores, podremos lograr sociedades justas y libres.

El foro es la organización de partidos comunistas y obreros más abarcadora y antigua que existe, y ha desarrollado un trabajo sistemático desde su fundación en 1998, en Grecia. Los 145 representantes de 78 Partidos Comunistas y Obreros de­­ 60 países, presentes en este XXII EIPCO, aprobaron una Declaración Final y Plan de Acción que se puede leer en aquí.

Durante este XXII EIPCO, el Secretario General del Partido Comunista Paraguayo, única organización paraguaya que participa activamente del espacio desde sus inicios, presentó un ponencia que sintetiza la lectura de las y los comunistas paraguayos sobre la situación internacional, nacional y los desafíos para anular y superar el estado de cosas actual. A continuación, compartimos íntegramente la intervención de Najeeb Amado en el XXII EIPCO.

La Habana, Cuba, 28 de octubre de 2022.

Solidaridad con Cuba y todos los pueblos que luchan. Unidos somos más fuertes en la lucha antiimperialista, junto con los movimientos sociales y populares, frente al capitalismo y sus políticas, a la amenaza del fascismo y la guerra; en defensa de la paz, el medio ambiente, los derechos de los trabajadores, la solidaridad y el socialismo

Estimadas y estimados camaradas, sepan que la militancia comunista del Paraguay abraza a todas las militancias comunistas y obreras de sus respectivos países, con la confianza en que la inteligencia colectiva y clasista logrará parir una estrategia revolucionaria común que nos permita disputar hegemonía para derrotar a las patronales junto a sus síntesis partidarias y estatales.

El próximo 30 de abril del año 2023 se realizarán las elecciones generales en el Paraguay. La mafia y la narcopolítica son la expresión dominante del capital en nuestro país. Desde esa posición de poder se organizan el agronegocio (sobre todo el monocultivo extensivo y transgénico, principalmente la soja) la ganadería extensiva, el contrabando a gran escala, el sistema financiero y los servicios. Las inversiones extranjeras directas aprovechan la baja presión tributaria y presionan para la baja de salarios, atendiendo a que casi todo lo que se produce industrialmente en el país, así como el conjunto de sus materias primas, se termina de realizar económicamente con la exportación. Al ser ese el rol que tiene nuestro país en la división internacional del trabajo, la pérdida de capacidad adquisitiva y de empleos se muestra como tendencia y agudiza la miseria y sus múltiples expresiones violentas, empujando a millones de personas a realizar trabajos absolutamente precarizados que dan como resultado un 70% de la clase trabajadora con empleos informales.

Aunque nuestros esfuerzos son importantes para lograr unidad clasista y fortalecer la organización de trabajadoras y trabajadores del campo y la ciudad. Nuestra fuerza sigue siendo insuficiente y, lamentablemente, otras fuerzas políticas tienen lecturas diferentes a la nuestra en cuanto a las principales tareas para enfrentar la crisis y acumular fuerzas.

Por ejemplo, el Partido Comunista Paraguayo entiende que la crisis estructural del capitalismo, al combinarse con la formación estatal que opera en el país y con la débil organización social de las mayorías trabajadoras (con Centrales Obreras débiles cuando no abiertamente patronistas), incluyendo al movimiento campesino, necesariamente proyecta un futuro quinquenio de ajustes perjudiciales a la clase trabajadora. Respecto a este mismo punto, otras fuerzas del campo popular apuestan a duplas presidenciales y colocan que este Estado, con la crisis actual del sistema capitalista y con la actual organización social y política de la clase trabajadora, puede gestionarse en favor de las mayorías.

Siguiendo con las muestras, nuestro Partido entiende que el escenario nos obliga a profundizar posiciones en torno al trabajo de base e insistir que la unidad clasista debe organizarse en clave revolucionaria, preparando el factor subjetivo para duros combates, lo cual nos obliga a trabajos sistemáticos y disciplinados en la formación político-ideológica de las mayorías trabajadoras, entendiendo a esta como sumamente práctica, acumulando, así, fuerzas que permitan transformaciones profundas y estructurales. Otras fuerzas entienden que esta fascistización a escala mundial nos obliga a un discurso conciliador que no se despegue del riguroso centro político y busque alianzas con sectores no fascistas para defender las instituciones demo-liberales y caminar hacia cambios graduales.

Sabemos que el tiempo irá generando acontecimientos que favorecerán una u otra lectura de la situación concreta y sus posibilidades de superación. Como también somos conscientes de los peligros que tenemos como humanidad ante la avanzada guerrerista de EEUU y la OTAN, así como el progresivo aumento del actuar a cara descubierta de las mafias. Es por esto que insistimos en que la unidad de los Partidos Comunistas y Obreros exige un debate profundo sobre la definición de la estrategia revolucionaria común, con el rigor que permita la actuación compacta a escala internacional y la flexibilidad acorde a las particularidades nacionales.

A pesar de las diferencias que tenemos con las demás fuerzas del campo popular paraguayo, nos hemos sumado a un espacio político-electoral compuesto por fuerzas políticas del campo popular y denominado “Ñemongeta por una Patria Nueva”[1], que logró constituir una Alianza electoral cuyo nombre es “Frente Guasu Ñemongeta”[2], buscando fortalecer las coincidencias, intercambiar experiencias, desarrollar luchas unitarias y no dispersar los votos del campo popular para lograr la máxima expresión antimafiosa que pueda frenar el avance de toda esa podredumbre que hoy dirige las deterioradas y desacreditadas instituciones públicas del Paraguay.

Entendemos que, en las elecciones próximas de abril, las mayorías trabajadoras deberán elegir a sus representantes para el parlamento, por un lado, y por el otro a la dupla presidencial contra la que podrán luchar mejor. Las y los comunistas seremos la opción para defender los intereses de la clase trabajadora y del pueblo oprimido y excluido. Sin embargo, trabajadoras y trabajadores no tenemos posibilidad de una gestión del Estado favorable a nuestros intereses, por eso nuestro voto no deberá ser de apoyo a una dupla presidencial, sino de elección del contrincante contra el cual podremos luchar con mejores posibilidades.

En el marco de nuestras luchas particulares en el Paraguay, nuestro Partido activa en defensa de las mayorías trabajadoras a escala mundial, con especial dedicación a la solidaridad con Cuba y Palestina, pueblos a quienes dedicamos esfuerzos y, además, mucha admiración. Esta comprensión martiana de la extensión de la patria a toda la humanidad es esencial para elaborar la estrategia capaz de disputar efectivamente con el capitalismo. La extensión integral de dicho modo de producción a escala mundial, y sobre todo a las múltiples implicancias de su metabolismo social en la forma de ver al mundo y de vivir en él, que va construyendo en nuestras mentes, corazones y sensaciones, nos desafían y obligan a multiplicar imaginación, estudio, planificación, coraje y amor a la humanidad.

Enfrentar con posibilidades de victoria a toda la ofensiva simbólica, cultural, ideológica del capitalismo exige una disposición militante estructurada en una estrategia revolucionaria multidimensional que comprenda las diversas expresiones de radicalidad necesarias para este combate. Las noticias falsas y las diversas expresiones de pos verdad, articuladas a la cosmovisión inmediatista, hedonista, individualista y distópica, sirven de base para la creciente disgregación y disociación de las sociedades divididas en clases, secundarizando dicha composición clasista y el rol de las clases, una de ellas explotadora y parásita (las patronales) y la otra conocedora de los procesos productivos, trabajadora y explotada (proletariado), para diseminar la lógica del “todos contra todos”, del “cada uno para sí”. Al respecto, nuestra condición de seres sociales y la identificación de la participación protagónica que tenemos trabajadoras y trabajadores en toda la producción que nos rodea y que permite que nos relacionemos y podamos vivir, siguen requiriendo mayores ingenios, atendiendo a que continuamos sin lograr que la mayor parte de nuestra clase entienda que es la clase propietaria de industrias, empresas, bancos y grandes tierras, la que no produce nada de lo que nos rodea en términos materiales.

Entendemos que desenmascarar a los EEUU y la OTAN en la escalada armamentista y guerrerista es fundamental, como también ubicamos en el terreno de lo estratégico, la sostenida denuncia del modo de producción capitalista y de todos los Estados burgueses, como reproductores de guerra, violencia y muerte. Entendemos que las y los comunistas debemos ser claros y sinceros: no existe posibilidad de un capitalismo multipolar, diverso y pacífico. La revolución socialista es la única alternativa para abrir el camino de la paz y la igualdad de oportunidades para el pleno desarrollo de los talentos de cada ser humano

En este sentido, estimadas y estimados camaradas, ratificamos nuestro compromiso en la lucha por la paz, que solo puede llevarse adelante desde una responsable, seria, creativa, rigurosa y radical lucha por el derrocamiento del modo de producción capitalista, tarea esta que es exclusividad de los pueblos orientados por las mayorías trabajadoras de la ciudad y del campo, con ese humanismo que únicamente puede expresarse en la unidad internacionalista, cuya efectividad se materializará con una sólida estrategia revolucionaria.


[1] “Ñemongeta” significa diálogo, intercambio de opiniones y experiencias.

[2] Sería Diálogo con el Frente Grande, que agrupa a fuerzas políticas del Frente Guasu y otras que no formamos parte de dicha coalición.

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