Memoria del Futuro | En homenaje a Miguel Ángel Soler | Por Noelia Cuenca
Un día como hoy 30 de noviembre, pero de 1975, el Srio Gral. del Partido Comunista Paraguayo y Director de su periódico Adelante!, Miguel Ángel Soler; era secuestrado, torturado hasta morir y desaparecido por el terrorismo de Estado stronista. Con él se llevaban los documentos que sustentarían lo que hubiera sido la primera denuncia pública sobre la violación sistemática de niñas perpetrada por Stroessner y su camarilla de pederastas. Esta investigación derivaba de la denuncia hecha por Malena Ashwell, quien tras presenciar un terrible episodio juntó coraje y acudió al único medio en donde encontraría eco, el periódico comunista Adelante!
Durante la noche del 30 de noviembre de 1975, Miguel Ángel Soler fue secuestrado de su casa, trasladado al despacho del jefe de Identificaciones -el genocida Pastor Coronel- torturado hasta morir y desaparecido. En ese mismo momento, Soler preparaba junto con otros camaradas del equipo editorial de Adelante!, la publicación de una investigación con pruebas y testimonios, sobre la violación sistemática de niñas perpetrada por Stroessner, Popol Perrier y otros altos mandatarios del régimen. Bajo la tutela del Estado terrorista, funcionaban como harenes varias casas en donde se mantenía secuestradas a decenas de niñas de entre 8 y 12 años, para ser sometidas como esclavas sexuales del primer anillo stronista y especialmente del tirano.
Entre los documentos incautados se encontraba la declaración de Malena Ashwell, quien había hecho la denuncia tras presenciar un siniestro episodio en el barrio Sajonia de Asunción, mientras se hallaba en compañía de su marido, un oficial de la Armada paraguaya, almorzando en casa de un superior, cuando fueron llamados por un vecino a acudir «hasta la casa de al lado», que era la residencia del teniente coronel retirado Leopoldo Popol Perrier, y que había sido convertida en uno de los harenes de niñas.
«Con horror vi los cuerpos inertes de tres niñas, dos de ellas de unos 8 años, la otra de 9, tendidas desnudas sobre un montón de arena en la parte trasera de la casa», relató tiempo después Malena al periodista norteamericano Joe Spear, quien divulgó el caso en el diario The Washington Post, en su edición del 20 de diciembre de 1977.

«La casa de al lado». Casa de Popol Perrier en el barrio Sajonia.
Tras presenciar este hecho, ella había recabado información e imploró sin éxito a sus influyentes amigos para que denunciaran estas atrocidades cometidas por el régimen stronista, hasta que alguien le habló sobre el único medio que se animaría a publicar la denuncia, el periodico clandestino del PCP, Adelante!. Así fue como se entrevistó con su director, Miguel Ángel Soler, quien recibió y redactó la denuncia de Ashwell, pero nunca pudo publicarla.
Poco después de la desaparición de Soler, encarcelaron y torturaron brutalmente a Malena Ashwell, que logró sobrevivir y ser liberada en febrero de 1976, gracias a las conexiones políticas de su influyente familia. Su abuelo fue el caudillo colorado Juan León Mallorquín, y su padre, el reconocido historiador Washington Ashwell, había sido funcionario del Fondo Monetario Internacional. Así Malena logró escapar a Estados Unidos, en donde reside hasta hoy.
Resabios de esa terrorífica manía de la clase opresora desatada contra la niñez, fueron reiterados hace por el actual gobierno paraguayo, bajo la presidencia de Mario Abdo Benítez, hijo de quien fuera secretario de Stroessner e integrante de su «cuatrinomio de oro». El 2 de setiembre del 2020, este gobierno fue noticia en el mundo entero acusado de infanticidio, tras ser responsable del asesinato de dos niñas de 11 años, María Carmen y Lilian Villalba, para luego disfrazarlas con grandes uniformes militares y festejar públicamente sobre sus cadáveres mintiendo sobre sus edades y presentándolas como trofeos de guerra contra el Ejército del Pueblo Paraguayo. Meses después, testigos sobrevivientes denunciaron el secuestro de una niña de 14 años llamada Elizabeth Villalba “Lichita”, por parte de las Fuerzas de Tarea Conjunta. Hoy 30 de noviembre se cumple exactamente dos años de su desaparición.

Ficha de detención de Malena Ashwell. Imagen obtenida del documental «Calle de Silencio» de José Elizeche.
El coraje de Malena y Soler, fue sello de una parte importante de aquella generación que pagó por ello un alto precio puesto que aquel atributo arriesgaba el sostenimiento del proyecto saqueador y opresivo encabezado entonces por Stroessner, y durante muchos años apoyado por el gobierno yanqui, como criminal apuesta ofensiva contra el socialismo en su disputa hegemónica. De hecho por sus atributos revolucionarios y su tenacidad en la lucha, Soler fue uno de los dirigentes políticos más perseguidos y buscados por los regímenes dictatoriales. Desde muy joven combatió por la liberación y el socialismo, primero en el ala marxista del Partido Revolucionario Febrerista, y luego en las filas comunistas, en donde lideró el arriesgado proceso de reorganización del PCP luego de su III Congreso. Soler se destacó tanto en la lucha directa como en la elaboración de análisis y redacción de importantes documentos, tales como el Programa Político de la organización.
Luis Casabianca -otro destacado comunista y también director de Adelante!- siempre recordaba a Miguel Ángel resaltando su genialidad y su sencillez, su sentido del humor y su récord latinoamericano en atletismo. En los encuentros de varias generaciones de la Juventud Comunista Paraguaya, fueron frecuentes sus relatos sobre los hermanos Carmen y Miguel Ángel Soler. Carmen fue esposa de Casabianca hasta su fallecimiento en 1985. Durante 30 años atravesaron juntos, entre balas y poesía, el exilio y la lucha clandestina. El archivo público digital de manuscritos de Carmen Soler, retrata parte de esta historia impactante de amor y coraje.
Casabianca y los hermanos Soler habían conformado el bloque de izquierda “Liberación” dentro de las filas del febrerismo- y más tarde, hacia mitad de la década del 50, ingresaron juntos al Partido Comunista Paraguayo, en donde los tres militaron hasta su muerte.

Estocolmo, octubre de 1974. Miguel Ángel y Carmen Soler junto con Luis Casabianca. Archivo de Adelante!
En sus Crónicas del Pueblo Insurrecto, Casabianca se refiere a Miguel Ángel Soler: «era brillante, muy instruido en marxismo, leía mucho de política y literatura. Corajudo, imparable. En 1947, en abril, durante el gobierno del tirano Morínigo, cientos de obreros y estudiantes participaron en el levantamiento de la Marina, que fue saboteado desde adentro y derrotado después de dar una heroica lucha por la democracia. Miguel Ángel Soler, había sido apresado con otros luchadores. Escapó de la prisión de Santa Teresita, y se enroló en las fuerzas insurgentes de Concepción, hasta las etapas finales de la lucha. Cuando el proceso revolucionario fue derrotado, Soler escapó. Nadando atravesó el río Paraguay hasta la Argentina. Era un gran atleta Miguel Ángel (…) En el tiempo en que organizábamos la rebeldía contra la dictadura terrorista de Stroessner desde la clandestinidad, hacia el 57, el camarada Miguel Ángel fue apresado, torturado y confinado a un campo de concentración en el Chaco. Se escapó hacia el exilio atravesando unos 180 km. a pie”.
Los restos de Soler fueron al fin hallados el 23 de diciembre de 2009, en una fosa individual en la Agrupación Especializada de la Policía Nacional, por un equipo encabezado por Rogelio Goiburu, que se dedica a la investigación y búsqueda de las más de 400 personas desaparecidas por el stronismo y en el marco del Plan Cóndor desde finales de la década del 60. Tras 41 años de estar desaparecido, Miguel Ángel Soler fue identificado en agosto de 2016, constituyéndose como el primer detenido desaparecido en Paraguay que fuera identificado.
Miguel Ángel, Carmen y Casabianca, son dignos representantes de esa moral revolucionaria imposible de doblegar que caracterizó a toda su generación de insurrectos, y que refuta de la manera más contundente a quienes dicen que el pueblo paraguayo es cobarde o pasivo.

Tras su identificación, en un escrito difundido por la militancia del Partido Comunista Paraguayo, expresamos: «A diferencia de Lui (Casabianca), a Soler no lo enterramos. No pudimos. No lo permitieron. El stronismo pensó que desapareciendo su cuerpo desaparecerían sus ideas, sus ideales, la fuente revolucionaria que dejó su praxis. Lo desaparecieron condenando con una terrible incertidumbre de muerte reiterada a su familia, a sus camaradas y a todos los hombres y mujeres que lo amaron y que lo amamos. Pero precisamente fue Carmen Soler quien escribió el poema que hoy late como un huracán en nuestros pechos: un día desenterraremos los huesos de nuestros muertos, haremos hablar sus calaveras. Que nadie crea que con matar destruye, porque sacudiremos todo, implacablemente» (…) «Miguel Ángel nos sacude con un temblor germinal, de nueva sociedad, de mundo sin opresores ni oprimidos. Está vivo en nuestra convicción de lucha contra el hambre y el saqueo, contra la violencia terrorista del capitalismo criminal.
...A Soler no pudimos enterrarlo. Pero sí lo desenterramos. Alrededor del mundo entero lo desenterramos. Millones de veces, a cada hora en algún lugar del planeta, los pueblos en lucha desentierran al camarada Miguel Ángel Soler».
*Compartimos enlace de documental de José Elizeche sobre la violación de niñas perpetrada por el stronismo: https://www.youtube.com/watch?v=te0K-UfphEg
1 Pingback