Desde el lunes pasado, una treintena de pobladores de la Comunidad de Marina Kué, acampa en la Plaza de Armas de Asunción anunciando la presentación de un Proyecto de Ley que resuelva de manera definitiva el conflicto por la posesión legal de las 2.821 hectáreas de tierras que antiguamente pertenecieron a uno de los más grandes emporios latifundiarios del mundo: La Industrial Paraguaya S.A.


Por Fabricio Arnella

Conversamos con Néstor Castro, sobreviviente y ex preso político de la masacre de Curuguaty, hermano de Adolfo, uno de los 11 campesinos caídos en Marina Kué; y de Adalberto, uno de los ex presos políticos. Néstor es hoy Presidente de la histórica Comisión Vecinal «Naranjaty» que desde el 2014 resiste y lucha en todos los terrenos por al recuperación de Marina Kué en favor de las campesinas y campesinos de la zona, lo que representaría un gran acto de justicia y reparación ante la impunidad vigente en torno a uno de los episodios más trágicos de nuestra historia reciente.

Néstor nos cuenta sobre esta nueva resistencia en avanzada, otro capítulo más de la larga lucha por la tierra en Paraguay.

Nacido en una familia de luchadores por la tierra, pioneros de la ocupación que daría vida a la floreciente comunidad -hoy distrito- de Yby Pytã, Néstor, Adolfo y Adalberto se involucraron desde muy jóvenes en la lucha por la construcción de un futuro en las tierras de Marina Kué, separadas sólo por unos metros de asfalto de Yby Pytã. La masacre del 15 de junio de 2012 le quitaría a un hermano y cambiaría para siempre la vida de su familia, así como la de otras numerosas familias de la zona. Lo que no cambió, pese a los más de seis años de injusta prisión, es la decisión firme de Néstor, de su familia y las familias ocupantes de Marina Kué, de luchar hasta vencer.

Néstor Castro.

«Desde el primer día de mi libertad, volví a pisar Marina Kué«, repite con voz severa Néstor, haciendo carne las palabras de su padre, Mariano, quien al calor de la lucha por la libertad de sus hijos, había afirmado que no permitiría que se plante soja sobre la sangre de los caídos. Curuguaty sigue en pie.

Las familias campesinas de Marina Kué iniciaron el campamento en la Plaza de Armas con la propuesta de intercambiar alimentos de su producción familiar por alimentos no perecederos, para abastecer la resistencia de al menos tres meses que se plantea la delegación. «Traemos un Proyecto de Ley elaborado por la Comisión Vecinal «Naranjaty», con el asesoramiento del abogado Pablo Aguayo y lo estamos presentando ante diferentes bancadas de partidos e instituciones como el Ministerio del Interior. Y vamos a seguir llevándolo a distintos lugares hasta la presentación oficial en el Congreso, que la vamos a hacer en marzo«, nos cuenta Néstor.

«Nosotros venimos antes para abrir la solidaridad, una solidaridad que siempre recibimos de la ciudadanía en el caso Curuguaty. Es algo que siempre lo recordamos, por eso venimos ahora acá a la Plaza, para contar que estamos luchando para resolver definitivamente el problema de las tierras de Marina Kué, porque pasaron más de 8 años y seis meses (de la masacre), y hasta ahora no tenemos respuesta. Venimos como para quedarnos tres meses, es la meta que nos pusimos, y la idea es llevar una respuesta positiva«.

Dos proyectos, una solución

El 13 de enero pasado, Mario Abdo Benítez vetó totalmente el Proyecto de Ley 6.700/2020, aprobado por ambas cámaras del Congreso, que buscaba transferir al Instituto de Desarrollo Rural y de la Tierra más de 1.700 hectáreas de Marina Kué. El proyecto, fue objetado por ganaderos, sojeros, y algunas oenegés que realizaron un intenso lobby para evitar su promulgación bajo el hipócrita argumento de la «preservación ambiental». Sin embargo, los cuestionamientos a la iniciativa no provenían solo de los sectores mafiosos anteriormente citados, sino también de las campesinas y campesinos ocupantes de Marina Kué que hoy acampan en la Plaza de Armas. Luego del veto presidencial, la iniciativa legislativa necesita dos tercios de votos en ambas cámaras para ser ratificada y promulgada, algo que parece bastante lejano.

«El proyecto de Ley aprobado anteriormente, en menos de 48 horas en las dos cámaras, implicaba una aceptación de la «donación» de la familia Riquelme, que se había realizado en el 2015. Nosotros rechazamos esto, porque sabemos que las tierras de Marina Kué nunca pertenecieron a la familia Riquelme, por eso no pueden donarlas, y por eso rechazamos ese proyecto de Ley«, aclara Néstor. «Este proyecto de Ley que traemos a debatir está fundamentado en la resolución del 26 de julio de 2018, en la que la Corte Suprema de Justicia afirma que los Riquelme no son dueños de esas tierras, por lo tanto no las pueden donar y el Estado paraguayo no puede recibir esas tierras de ellos. Nosotros planteamos que el Estado paraguayo acepte por Ley la donación de Marina Kue realizada por parte de La Industrial Paraguaya (LIPSA) a la Armada Paraguaya, y luego se realice la inscripción en el registro de propiedad para su trasferencia al Instituto Nacional de Desarrollo Rural y de la Tierra (INDERT) que deberá cederlas de manera gratuita a las familias campesinas«, explica.

El actual Proyecto de Ley busca que se acepte la donación y transferencia gratuita ofrecida por la firma La Industrial Paraguaya (LIPSA) a favor de la Armada Nacional -y posteriormente al INDERT- de la parcela del inmueble individualizado como finca Nº 30, padrón 61 de Hernandarias con una superficie total de 2821 hectáreas, autorizar a la Escribanía Mayor de Gobierno a iniciar, supervisar y concluir los trámites para la transferencia del inmueble y al mismo tiempo, derogar la Ley 5530 del 1º de diciembre del 2015, que aceptaba la «donación» irregular de parte de Campos Morombí de las tierras en cuestión.

La lucha por la sobrevivencia

«Este 26 de julio se van a cumplir tres años de que salimos en libertad. Mediante el esfuerzo y la organización de la comunidad nosotros venimos luchando y sobreviviendo, porque por parte del Estado, no hubo ni hay ninguna reparación ni presencia en la comunidad que estamos construyendo. La Escuela que tenemos es una extensión de otra Escuela, no hay caminos, ni apoyo a la agricultura familiar, y sumado a esto, hasta ahora vivimos en persecución porque siguen imputados 54 compañeros sobrevivientes de la masacre y las tierras siguen siendo irregulares, nosotros también vemos eso como una persecución«, señala Néstor.

A una semana de la instalación de la carpa en Asunción, la Comisión Vecinal «Naranjaty» desarrolló una serie de iniciativas para visibilizar la lucha, y planifica jornadas de protesta y educación en torno al tema. El fin de semana se realizó un Ñemonguetá por la tierra, del que participaron organizaciones e individualidades de diversos sectores para ampliar la solidaridad y el acompañamiento a la lucha. Las Ollas Populares Solidarias del Bañado Sur compartieron un Ollazo Popular con las campesinas y campesinos acampados en la Plaza, que además representó un rico intercambio de experiencias entre organizaciones del campo y la ciudad. Para la última semana de febrero, se prepara un encuentro de socialización técnico-jurídica con los redactores del Proyecto de Ley, de manera a explicar en detalle los motivos y argumentos de esta nueva iniciativa institucional.

Esta nueva carpa de resistencia, vuelve a traer al debate a Curuguaty, esa herida abierta, esa piedra en los zapatos de los latifundistas que se rehúsa a dar vuelta la página sin una justa reparación histórica, y sin un justo castigo a los verdaderos responsables de tanta muerte y tanto sufrimiento.


«Marina Kué en seis minutos» -actualizado hasta noviembre de 2014- ofrece un resumen fundamental para comprender la historia de estas tierras en conflicto.

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