Por Oscar Herreros Usher
El primer mes de 2021 (año segundo de la pandemia) se inauguró con una farsa más que reitera la podredumbre de nuestro sistema político, interesado más en disimular sus trapisondas y latrocinios antes que atender las necesidades de los trabajadores y del pueblo en general.
La bufonada salió a la luz con la publicación de una investigación del periódico The Washington Post acerca de las actividades delictivas del ficticio “gobierno encargado” de Venezuela presidido por Juan Guaidó, popularmente conocido en su país como Juanito Alimaña, tendientes a apoderarse de los bienes del pueblo venezolano, concretamente los activos y deudas impagas de la empresa petrolera PDVSA, y con ramificaciones que involucran a la corrupta y rapaz cúpula gobernante paraguaya.
El último acto representado hasta ahora (no sabemos si fue el final o si nos tienen reservadas nuevas escenas) fue la interpelación por parte de la Cámara de Diputados al jefe del Gabinete Civil de la Presidencia, Juan Ernesto Villamayor, el día 21 de enero.
Buscando información en las páginas web de diarios y medios electrónicos resalta una joyita que resplandece con destellos propios. Es la nota publicada por el diario Última Hora el 19 de enero bajo el título Villamayor dio su versión sobre caso PDVSA a industriales y ganaderos [2], en la que puede leerse “En vísperas de su interpelación en Diputados, el jefe de Gabinete fue ante la UIP, ARP y otros sectores para presentar la documentación de lo conversado con emisarios de Juan Guaidó.” y también “El jefe de Gabinete [ … ] se movilizó ayer hasta la sede de la Asociación Rural del Paraguay (ARP) para exponer … ”.
El señor Villamayor no tuvo más remedio que movilizarse hasta el Palacio Legislativo para responder a las preguntas de las diputadas y diputados. Estaba legalmente obligado. ¿Qué imposición tenía de movilizarse hasta la sede de la Asociación Rural del Paraguay para exponer su versión sobre el caso PDVSA a industriales y ganaderos? ¿Se hubiera movilizado si los convocantes fueran organizaciones campesinas o sindicatos de trabajadores?
La actitud del señor Villamayor pone en evidencia cuáles son los intereses que representa el gobierno nacional, quiénes son los que mandan en nuestro país: los poseedores de la tierra y de los medios de producción, es decir, el capital. Los trabajadores, quienes deberían beneficiarse de la riqueza nacional ya que son ellos quienes la producen, no cuentan. No será la opinión de estos sino la de industriales y ganaderos, a la que habría que sumar la de banqueros y grandes comerciantes, la que determinará la decisión de las diputadas y diputados acerca de la conveniencia o no de la permanencia del actual jefe del Gabinete Civil en sus funciones gubernamentales.
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