Por Alhelí González Cáceres [i]
El Foro Económico Mundial lleva medio siglo reuniendo a las élites que gobiernan el mundo, magnates de las grandes corporaciones, empresarios, jefes de Estado, celebridades, activistas, se reúnen cada año en la ciudad de Davos, Suiza; con la finalidad de discutir las proyecciones de la economía global y las dinámicas derivadas de la Cuarta Revolución Industrial, en palabras de su fundador, el economista alemán Klaus Martin Schwab.
El 25 de enero se inició la 51ª edición de la reunión anual del Foro Económico Mundial que se extiende hasta el viernes 29, en esta ocasión en la modalidad virtual a causa de la pandemia, bajo el lema “Reconstruir la confianza y reiniciar la economía” se proponen pensar en la Agenda Mundial post-Covid. Contando con la participación de más de 1.507 asistentes e invitados como Christine Lagarde, los primeros ministros de Holanda, Grecia; el presidente del BBVA, Carlos Torres Vila, representantes del gobierno español, junto con otras autoridades y líderes del capitalismo global, se suman las figuras de Vladímir Putin, presidente de Rusia y el presidente chino Xi Jinping, así como el primer ministro israelí, Benjamín Netanyahu, entre otros. (BBVA; 2021)
En el artículo “Por qué necesitamos el Manifiesto de Davos para un mejor capitalismo” (2019), Schwab sostiene que un nuevo capitalismo, el de las “partes interesadas” se encuentra tomando impulso gracias a la activista Greta Thunberg, ya que pone de manifiesto los desafíos ambientales y sociales a los que la economía mundial debe enfrentarse, ofreciendo mejores oportunidades para ello.
Para el autor, responder correctamente a la pregunta ¿qué tipo de capitalismo queremos?, representa el verdadero desafío para sostener el sistema económico para las futuras generaciones. Desde esta perspectiva, sostiene que existen tres modelos de capitalismos que podemos “elegir”; siendo el primero de ellos el “capitalismo de accionistas”, adoptado por las grandes corporaciones; el segundo modelo es el “capitalismo de Estado”, cuya característica es la de “confiar” al gobierno la dirección de la economía, dentro del cual sitúa a China y, por último, un nuevo modelo, el del “capitalismo de las partes interesadas”. Para Schwab, quien diseñó este último modelo que posiciona a las corporaciones privadas como fideicomisarios de la sociedad, es la mejor respuesta a los desafíos del mundo actual.
Entre los grandes temas que se vienen discutiendo se encuentran: el diseño de sistemas económicos sostenibles y resilientes; el impulso de la transformación y el crecimiento responsable de la industria; la mejora en la administración de los recursos comunes; aprovechamiento de las tecnologías de la cuarta Revolución Industrial y el avance de la cooperación mundial y regional. Siendo, sin duda, el medio ambiente y la recuperación económica los dos grandes ejes del foro en este 2021.
¿Reiniciar la economía?
Un capitalismo más pacífico y próspero post-pandemia es posible, según la élite reunida en Davos, pero para ello habría que “reiniciar la economía” y, en este sentido, para el fundador del Foro, la pandemia representa esa oportunidad para reflexionar y reiniciar el mundo, forjando un futuro más equitativo y prometedor. En la misma línea, el presidente chino Xi Jinping llamó a evitar una nueva “Guerra Fría”, esto con relación a la administración Biden, cuyo Secretario de Estado, Anthony Blinken, hace unos días celebró las decisiones del expresidente Trump con relación a las sanciones impuestas a China. Al mismo tiempo, el presidente chino defendió el multilateralismo, así como la apertura económica y la eliminación de las barreras al comercio como las vías que ayudarán a superar la crisis en un mundo en el que la posibilidad de nuevas emergencias sanitarias se encuentra latente.
En tanto que para Putin, los desafíos del mundo son en realidad la cada vez mayor estratificación social y la amenaza de una lucha de “todos contra todos”, pues el juego “sin reglas” en algunos países amenaza con nuevas zonas de conflictos que debilitan los procesos políticos nacionales e inciden en las instituciones internacionales, multiplicando conflictos regionales y degradando la seguridad.
¿Pero es posible “reiniciar la economía”?, ¿en qué punto? ¿Acaso existe en la historia del capitalismo un punto de restauración en el que no exista explotación de una clase sobre otra? ¿Un punto en el que las ansias de acumulación no deriven en la mercantilización de los bienes comunes, de la salud o la educación y, en consecuencia, de la destrucción del medio que nos rodea? Con seguridad podemos decir que no. Si algo distingue al capitalismo es su irracional racionalidad para llevar adelante sus proyectos de explotación y dominación, guiado por la única premisa, la acumulación.
No existe un punto de reinicio del orden económico vigente en el que este haya logrado superar o deshacerse de su lógica inmanente, en donde la lucha por la máxima ganancia, por la obtención de plusvalor es la ley económica fundamental del sistema capitalista y así se ha verificado en la historia de su desarrollo.
Los niveles de concentración y centralización de capitales y medios de producción ya eran alarmantes mucho antes de la pandemia y no responden a resultados de “malas prácticas empresariales”, sino a la propia tendencia del capital hacia la concentración, la destrucción de fuerzas productivas y capitales sobrantes y la mercantilización.
En el año 2019, el Global Wealth Report de Crédit Suisse afirmaba que el 45% de la riqueza global se encontraba en manos del 1% de la población, mientras que el 90% de la población mundial posee menos del 20% de la riqueza. En el mismo año, Oxfam alertaba acerca de los niveles extremos de concentración, mientras que en el año 2017, unas 43 personas concentraran la misma riqueza que 3.800 millones de personas, para el año 2018 esta cifra se redujo a 26 personas que concentran la riqueza mundial. En 2020, los 2.153 multimillonarios que existen en el mundo, poseen la misma riqueza que 4.600 millones de personas, es decir, concentran el 60% de la riqueza mundial, mientras que el resto de la población se sumerge cada vez más en la pobreza, dando cuenta de la tendencia del sistema económico hacia la concentración, como dinámica inherente al desarrollo capitalista (OXFAM, 2020).
Para el año 2019, la economía mundial estuvo liderada por 15 grandes conglomerados como: Microsoft; Apple; Amazon; Alphabet; Berkshire; Tencent; Facebook; Alibaba; Johnson & Johnson; JP Morgan Chase; Visa; Exxon Mobile; Walmart; Banco ICBC; Pfizer. Entre estas destacan; Johnson & Johnson que se ubica en el puesto 37 de las 500 empresas más grandes de los Estados Unidos y el Banco ICBC, de industria y comercio de China, el cual es el más grande del país y el mayor del mundo por capitalización de mercado, además de ser el más grande del mundo por depósitos y el más rentable a nivel mundial. (EUDE European Business School, 2019)
Gráfico 1

Así también, previo a la pandemia, el año 2019 fue catalogado por el Banco Mundial como el peor año de la economía, con un crecimiento de apenas el 2,4%, el más bajo registrado desde la crisis de 2008-2009. (Arteta & Kirby, 2020)
Gráfico 2

Por otra parte, para el Fondo Monetario Internacional (FMI) la ralentización de la economía también estuvo relacionada con la caída en los gastos en maquinarias, equipos y bienes de consumo duradero, contracción que derivó en que las empresas redujeran la producción industrial de estos bienes, impactando negativamente en el comercio mundial que depende en gran medida de la producción de los bienes duraderos y de los insumos requeridos en su proceso de producción. (Gopinath, Milesi-Ferreti, & Nabar, 2019)
Los intentos de hacer creer que la crisis es resultado de la pandemia y sus impactos colisionan con las investigaciones realizadas por Michael Roberts y Esteban Maito con relación al comportamiento de la tasa de ganancia en la economía mundial, para quienes esta tendencia se verifica en el año 1975 y, desde entonces no ha recuperado los niveles alcanzados en 1963, llegando a sus puntos más bajos en 1975 y alcanzando un pico a mediados de la década de 1990 para luego estancarse o descender ligeramente. (Roberts, 2020)
Gráfico 3

Llegado a este punto, y sin haber abordado la grave problemática medioambiental, resultado de la producción capitalista y su expansión sobre los bienes comunes, observamos la decadencia de una formación económico-social cuyas fuerzas productivas ya no contienen un potencial progresivo de desarrollo, sino que han adoptado un carácter regresivo que arroja a las grandes masas trabajadoras hacia la exclusión, concentrando cada vez más la riqueza, producto del trabajo social.
La baja rentabilidad de los capitales y el deterioro medioambiental se presentan como elementos estructurantes de la crisis, una crisis que no encuentra salida en los marcos del orden social vigente, pues las relaciones sociales de producción se han transformado en un freno para el desarrollo de las fuerzas productivas. Y en este contexto de crisis general del capital, “reiniciar” la economía no sólo se constituye en un imposible en términos concretos, sino que además expresa la utopía de querer anular la esencia depredadora del capital que, parafraseando a Marx, es un parásito que se apropia del trabajo vivo, condición más que probada por quienes padecen el rigor de la explotación en un contexto de profundas transformaciones en las relaciones entre el capital y el trabajo, marcadas por el rol que han adquirido las plataformas digitales en las cadenas globales de valor, expandiendo y profundizando la precarización en un contexto de reorganización y ofensiva capitalista, por lo tanto, no se trata de “reiniciar” la economía o de “reformar” el capitalismo, sino de abolir la base sobre la que se erige este sistema, la propiedad privada sobre los medios de producción.
Bibliografía
Arteta, C., & Kirby, P. (09 de Enero de 2020). World Bank. Obtenido de https://blogs.worldbank.org/es/voices/las-perspectivas-de-crecimiento-de-la-economia-mundial-en-cinco-graficos
BBVA. (18 de Enero de 2021). BBVA. Obtenido de https://www.bbva.com/es/foro-economico-davos/
EUDE European Business School. (14 de Agosto de 2019). EUDE. Obtenido de https://www.eude.es/blog/companias-grandes-mundo/
Gopinath, G., Milesi-Ferreti, G. M., & Nabar, M. (2019). Diálogo a fondo. Obtenido de https://blog-dialogoafondo.imf.org/?p=12471
Martínez, L. A. (23 de Enero de 2019). El Economista. Obtenido de https://www.eleconomista.com.mx/economia/La-riqueza-mundial-se-concentra-en-26-personas-y-la-pobreza-crece-alerta-la-Oxfam-20190123-0075.html
OXFAM. (20 de Enero de 2020). OXFAM International. Obtenido de https://www.oxfam.org/es/notas-prensa/los-milmillonarios-del-mundo-poseen-mas-riqueza-que-4600-millones-de-personas
Roberts, M. (26 de Agosto de 2020). Sin Permiso. Obtenido de https://www.sinpermiso.info/textos/una-tasa-de-ganancia-mundial-un-nuevo-enfoque
RT Noticias. (27 de Enero de 2021). Actualidad RT. Obtenido de https://actualidad.rt.com/actualidad/381550-putin-abordar-desafios-clave-mundo
Sandri, P. M. (22 de Octubre de 2019). La Vanguardia. Obtenido de https://www.lavanguardia.com/economia/20191022/471129046510/riqueza-mundial-desequilibrio-estudio.html#:~:text=Y%20los%20%C3%BAltimos%20datos%20confirman,manos%20del%201%25%20m%C3%A1s%20rico.&text=Y%20que%20el%2090%25%20de,20%25%20de%20la%20riqueza%20disp
Schwab, K. (01 de Diciembre de 2019). World Economic Forum. Obtenido de https://www.weforum.org/agenda/2019/12/why-we-need-the-davos-manifesto-for-better-kind-of-capitalism/
Xirau, M. (31 de mayo de 2019). Forbes. Obtenido de https://forbes.es/empresas/49795/las-15-companias-mas-grandes-del-planeta/
[i] Candidata a Magíster en Ciencias Sociales por FLACSO-Paraguay. Economista, presidenta de la Sociedad de Economía Política del Paraguay y militante del PCP.
Imagen de inicio: Ilustración de Dan Bejar extraída de Internet.
Deja una respuesta