El año 2020 ya se había inaugurado de un modo violento para las y los trabajadores de prensa en Paraguay. A la crisis agudizada por el COVID-19, se adelantó la política de despidos, recortes y persecuciones trazada por los empresarios propietarios para reconfigurar el mercado periodístico y de entretenimiento bajo una línea de precarización extrema.
Ayer, las patronales del Grupo Vierci, de Abc Color y de Lobo Tv consumaron otro golpe, despidiendo a cerca de 100 trabajadoras y trabajadores. En lo que va de la emergencia sanitaria, más de 200 -de diversos medios- fueron notificados de despidos, suspensiones de contratos u obligados a renunciar.
Cincuenta de los trabajadores afectados en esta última oleada patronal eran explotados en la empresa del grupo Zucolillo, encabezado por la heredera Natalia Zuccolillo, fueron despedidos bajo el argumento de la “crisis del coronavirus”. Pero ABC Color no solo forma parte de uno de los 10 conglomerados de comunicación más poderosos del país, con capacidad de sobra para sostener puestos laborales, además, ya en agosto de 2019 había dejado en la calle a 32 trabajadores de varias plataformas periodísticas, como antecedente de la línea que trazarían las empresas del mercado de la comunicación para este año.
En enero, directivos del diario Última Hora (El País S.A), uno de los consorcios propiedad del empresario A. J. Vierci, anunció verbalmente a una decena de trabajadores y trabajadoras, mayoritariamente periodistas y un alto porcentaje con larga trayectoria y estabilidad laboral, que estaban despedidos. Los forzaba a abrir negociación económica sobre la base de un despido injustificado. Esta acción no estuvo exenta de maltratos verbales, autoritarismo y persecución que instalaban un estado de sicosis al anunciarse una lista de más de 30 que irían a parar a la calle bajo el argumento de la reducción por merma económica.
La misma acción alcanzó a otros trabajadores de medios del grupo: La Tele, Telefuturo y Editorial de Revistas. Y en la primera quincena de febrero, también a trabajadores del diario La Nación y Crónica, del grupo Cartes (del expresidente Horacio Cartes administrado por su hermana Sara Cartes).
Esta política de despidos iniciada casi un año antes de la pandemia y que el día de ayer se agudizó, trazaba la línea de precarización extrema con que los empresarios propietarios han reconfigurado el mercado periodístico y de entretenimiento, y constituye una de las oleadas más duras conocidas en los últimos 15 años, apuntando además a debilitar la fuerza organizativa y de protesta de los trabajadores de prensa, tal como alertaba el Comité Obrero «Timoteo Ojeda», del PCP, en su artículo “Persecuciones y despidos en la prensa paraguaya revelan plan de ataque a derechos laborales”.
Los consorcios de comunicación dentro de los que existen grandes concentraciones, se reparten la plaza y a la vez responden, a la hora de ajustes contra los trabajadores, a medidas comunes para multiplicar el impacto, aprovechando el momento de incertidumbre y desesperación extendido por la pandemia, demostrando así la perversidad sin límites de la clase explotadora en su afán por ganar dinero.
De acuerdo al mapa de medios de la Revista Plus Research actualizado hasta enero del 2020, hay 10 grupos económicos que concentran 57 medios de comunicación de diversa naturaleza y plataforma (desde periódicos impresos y plataformas digitales hasta emisoras de radio y canales de aire): A. J. Vierci y Horacio Cartes, encabezan la lista con 12 medios cada uno, le siguen Javier Bernardes, Ángel González, Natalia Zuccolillo, Norman Harrison, Christian Chena, Humberto Rubín, Ángel Aguilera y Fernando Rodríguez. Estos se reparten el mercado nacional y generan la sobreexplotación de los trabajadores para producir contenidos para los diversos medios de sus patrones por un mismo salario o eventualmente con miserables adicionales, condicionándoles además al desarrollo de noticias muchas veces sesgadas o tergiversadas en favor de sus intereses empresariales y en contra de la unidad e identidad de las mayorías trabajadoras, incidiendo en la formación de la opinión pública.

Para Acción Sindical Clasista, esta medida, a la que califican de ilegal, «evidencia una deliberada articulación entre las empresas vinculadas a los citados grupos empresariales para perpetrar las cancelaciones de relación laboral, valiéndose de un contexto crítico en donde el Ministerio de Trabajo, Empleo y Seguridad Social tiene la obligación de proteger los puestos de empleo, más aún en las circunstancias especiales por las que atraviesa el país, como derivación de la emergencia sanitaria por coronavirus«.
En su declaración difundida la noche de ayer, la organización de trabajadores asegura que este nuevo ataque «atenta contra un elemento básico en una sociedad libre que es la tarea periodística que desarrollan en diversas etapas quienes hoy fueron despedidos«. En este estado de cosas la única garantía posible es la organización de los trabajadores y la solidaridad irrestricta entre las organizaciones clasistas para la reposición de sus puestos en el diario ABC Color de los 50 trabajadores de diversas áreas técnicas de producción y procesamiento de información, de los 20 trabajadores despedidos en Telefuturo, 10 de Última Hora y 15 de Lobo TV.
*Imagen de inicio: Foto de @gabalaui
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