Representantes de 46 ollas populares de los Bañados Sur, Tacumbú y Norte lograron ayer parcial compromiso del Estado en la provisión de insumos para sostener la iniciativa solidaria. En esta nota compartimos la experiencia ejemplar del Bañado Sur.
Representantes de 46 ollas populares de los Bañados Sur, Tacumbú y Norte se reunieron ayer con el Ministro Secretario Joaquín Roa y el Jefe de Gabinete de la Secretaría de Emergencia Nacional, Miguel Kurita, para solicitar que el Estado se haga cargo de la provisión de insumos para sostener las ollas populares, ya que se trata del derecho a la alimentación y hasta el momento la iniciativa ha sido posible gracias a donaciones de personas y organizaciones solidarias.
Además, exigen que cumpla con el compromiso asumido con los trabajadores y trabajadoras de la comunidad que han presentado debidamente sus solicitudes sin haber recibido aún el subsidio, así como la asistencia a proyectos socio económicos como los talleres de panadería que surgieron a través de esta ejemplar experiencia.
El Ministro se comprometió a gestionar ante las empresas la provisión de carnes, verduras y leche, y como primera muestra, quedó en entregar el día de hoy unos 1.000 kilos de víveres a las 46 ollas que firmaron el pedido.
Las representantes de dicha iniciativa hicieron un llamado a quienes están llevando adelante este tipo de acciones populares a reclamar al Estado lo que les corresponde por derecho, al igual que ellas, ya que se trata de lo básico necesario para la subsistencia en este periodo de crisis agudizada por la pandemia.
Sobre la experiencia de las «Ollas populares solidarias» del Bañado Sur
Empleadas domésticas, vendedores ambulantes, empleadas de comercios, gancheras y recicladores son los oficios de una gran cantidad de mujeres y hombres del Bañado Sur que han quedado sin ingresos y en muchos casos sin empleo, tras la medida de aislamiento social decretada por el gobierno nacional.
En este contexto nacen las ollas populares del Bañado Sur. Las grandes protagonistas son las mujeres de los barrios Caacupemi y Luján, quienes decidieron darle el nombre de “Ollas populares solidarias”, porque surgen a partir de la comprensión común de sus necesidades, impulsadas por el sentimiento de que los hijos e hijas de una, son a la vez de todas. Esta respuesta a la crisis agudizada, rápidamente se fue extendiendo en la comunidad y al mismo tiempo generando lazos con organizaciones de otros barrios que se unieron desde el comienzo apoyando la iniciativa que en poco tiempo llevó el pan a un centenar de hogares.
Tal es el caso de la organización Kuarahy Mimbi, de Barrio Obrero, a la cual pertenece Cira Novara, una de las coordinadoras externas de las Ollas populares solidarias. En conversación con Adelante! señala el nivel de organización y cuidado al que han llegado en un mes y medio de trabajo colectivo.
Los alimentos donados son almacenados en un depósito establecido en la casa de una pobladora asignada por la comunidad y desde allí se distribuyen los insumos para las 3 ollas diarias, de tal manera que no existan diferencias. Una cocinera y tres ayudantes conforman cada uno de los equipos de cocina que trabajan de manera rotativa, con horarios programados semanalmente. Además de los equipos de limpieza y capacitación.
Las mujeres organizadas establecieron que las embarazadas y las personas de la tercera edad no realicen tareas pesadas, asignándoles otras que aseguren la participación comunitaria de forma segura. Otro ejemplo es el cuidado a la hora de retirar los alimentos calientes, tarea asignada a los adultos para evitar quemaduras en niños y niñas. Todos los días al mediodía, se entrega la comida en tres puntos: dos en el Barrio Caacupemi y el otro en Luján.
La iniciativa no solo abarca los almuerzos diarios, además, los fines de semana están dando la merienda a unos 180 niños y niñas. Se han iniciado talleres de panadería y de refuerzo escolar todos los domingos, apoyados por jóvenes universitarios y mujeres de Kuarahy Mimbi.

No solo se trata de comer, sino de comer sano y compartir conocimientos para vivir mejor
Las ollas populares solidarias también nutren las ganas de aprender y capacitarse de niños, jóvenes y adultos de la comunidad. Para aprovechar la harina donada, paralelamente a la confección de alimentos, se organizan cursos de panadería.
Los resultados que se están logrando al colectivizar el conocimiento y el trabajo, han impulsado la proyección de otros cursos, como por ejemplo el de costura, por la disponibilidad de telas y máquinas de coser. Para concretarlo, están buscando alguna persona que pueda enseñar este oficio de manera voluntaria.
La idea de estos cursos es instalar capacidades que permitan generar otros ingresos para las familias, ya que según sondeos de la organización, el ingreso promedio es de 30 a 40 mil diario. También planean la producción de pequeñas huertas para realizar capacitaciones sobre utilización de plantas medicinales, con el fin de alentar el cultivo y administración de insumos propios que permitan avanzar hacia una vida saludable para toda la comunidad. “No solo se trata de comer, sino de comer sano y compartir conocimientos para vivir mejor”, enfatiza Cira Novara.
Sectores empresariales beneficiados por la crisis
Novara comentó que uno de los temas analizados en los espacios de reflexión colectiva, ha sido el lucro generado por sectores empresariales aprovechándose de esta crisis. Un ejemplo concreto es el de los supermercados con el alto costo de sus productos. Otro es el de las empresas que han aprovechado la incertidumbre para aumentar la explotación de sus empleados, con la amenaza de quedar despedidos como miles.
Sobre los programas de ayuda estatal, Pytyvo y Ñangareko, han llegado a la conclusión de que son deficientes y en muchos casos como el de los Bañados, prácticamente inviables teniendo en cuenta que la gran mayoría de las familias no tiene acceso a internet y muchas veces no maneja los métodos de celulares de alta gama.
“El Estado paraguayo no llega a los sectores populares, no se relaciona con la base real de la vida en el sector popular”, afirma Cira.
La solidaridad es la ternura de los pueblos
Las ollas populares se han sostenido hasta ahora mediante las donaciones que realizan trabajadoras y trabajadores de varios barrios de Asunción y Gran Asunción. Otra actividad de autogestión son las ferias de ropas usadas, que también forman parte de la ayuda solidaria.
Un dato más que habla de la hermosura de nuestro pueblo y de su capacidad para dirigir su destino, es el que da cuenta de las donaciones de los pocos pobladores que fueron alcanzados con el subsidio de Ñangareko y Pytyvo, que han otorgado la totalidad de lo recibido a las ollas de sus comunidades, ese fue el caso también de una persona externa al Bañado que se acercó a donar la totalidad del subsidio recibido.
Asimismo, varias madres han donado los pequeños paquetes de locro, leche y otros insumos de los kits escolares para lograr entre todas “un feroz y riquísimo jopara” condimentado con esos valores de nueva sociedad que se están dando en la organización del poder popular y que debemos multiplicar si queremos superar esta crisis, tal como nos comenta con emoción Cira Novara.
Y nos cuenta más, “a partir de la difusión de las experiencias de educación popular que surgieron en las ollas, ya hemos recibido la oferta de compañeros del Bañado Norte para sumarse a los cursos de refuerzo escolar y extender esta experiencia hacia su comunidad”.
Según la Plataforma Social de Derechos Humanos, Memoria y Democracia, existen alrededor de 36.000 personas alimentadas a diario por ollas populares solidarias, en 67 territorios de 7 departamentos, desde el comienzo de la cuarentena.
“La lucha del pueblo nos permite avanzar, por lo que instamos a las diversas organizaciones a exigir a las autoridades el derecho a la alimentación, el derecho a una vida digna”, fue el mensaje difundido por las propulsoras de esta rica experiencia a través de su página en Facebook “Ollas Populares Solidarias – Bañado Sur”.
Todas las personas interesadas en ayudar, pueden ponerse en contacto por medio de las redes sociales o contactándose al número 0983 198 748, con Kimberli Samaniego.
*Foto de inicio: Taller solidario de panadería en el Bañado Sur.
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