Mundo | Por Samuel Vera


El Ministerio de Salud de Gaza informó que desde el 7 de octubre del 2023 han muerto 46.788 gazatíes y 110.453 resultaron heridas y heridos y, luego de 469 días, habrá un alto al fuego permanente en Gaza, que en teoría empezaría el 19 de enero.

Con la mediación de Egipto y Catar y con la presión de Donald Trump, el gobierno de Netanyahu aceptó la realización de un alto al fuego que tendrá las siguientes fases e implicaciones.

El plan del alto al fuego acordado fue presentado en mayo del año pasado por Biden; la propuesta fue rechazada por “Israel” porque el plan proponía la retirada completa de las fuerzas de ocupación de Gaza e iba en contra del motivo principal de su incursión en el territorio —la destrucción de Hamás—. El mismo plan fue nuevamente planteado por el gobierno estadounidense en junio, con iguales resultados.

Pero recién con las amenazas de Trump hacia Netanyahu de que habría “problemas” si no se llegaba a un acuerdo de liberación de rehenes antes de asumir como presidente, el “gobierno israelí” accedió a la negociación con la resistencia palestina. Pero por sobre todo la presión fue por el interés de Estados Unidos de normalizar relaciones entre sus dos mayores socios en la región, “Israel” y Arabia Saudí.

Por las redes sociales corrieron varios videos de los festejos en las calles de Gaza, pero solamente anteayer —horas más tarde del anunciamiento por parte de Catar del alto al fuego— el ejército de ocupación asesinó a 72 personas, según el Ministerio de Salud de Gaza. El gabinete de Netanyahu tenía planeado reunirse el 16 de enero, a la mañana para ratificar y oficializar el alto al fuego; sin embargo, la reunión fue pospuesta y los sionistas amenazan con congelar nuevamente las negociaciones, a pesar de que desde Hamás anunciaron que firmarán el acuerdo tal como está. Finalmente este fin de semana el acuerdo fue confirmado.

Mientras tanto, la Autoridad Palestina dice que “está lista para asumir el control de Gaza tan pronto como se consiga el alto al fuego permanente”. Las tensiones y enfrentamientos entre la Autoridad Palestina y la resistencia palestina se intensificaron desde finales de diciembre, con 15 muertos y 247 apresados en el asedio que realizó el ente palestino al campo de refugiados de Yenín. Además, responsabilizaron a Hamás —por primera vez desde el 7 de octubre— de la situación “catastrófica” humanitaria que hay en la Franja de Gaza. Es importante señalar y denunciar el actuar cómplice de la Autoridad, que muchas veces solo actúa como el gestor de “Israel” en Cisjordania.

Las múltiples celebraciones en las calles palestinas muestran que lo más urgente es poner fin a este asedio inhumano que “Israel” impone a los palestinos, pero no terminará el genocidio ni habrá paz mientras el sionismo esté listo para comenzar sus ataques nuevamente. Para “Israel”, y especialmente Netanyahu, los puntos del acuerdo representan una gran derrota, ya que sus principales objetivos en Gaza (ocupación de la Franja, eliminación de Hamás y el control de corredores que dividirían a Gaza en dos) no fueron conseguidos.

Asimismo, es importante revisar el concepto de “alto al fuego”; utilizado cuando dos partes se encuentran en una guerra, o sea se enfrentan dos ejércitos. En el caso de Gaza, la invasión se dio por parte de uno de los ejércitos más poderosos y con mayor capacidad tecnológica-militar contra una población que no contaba con un ejército regular. Lo que vemos hoy entonces es una atenuación del genocidio, perpetrado por el asesino “Estado de Israel”. Sin duda, en el caso de que efectivamente se concrete el acuerdo sería un breve respiro para las familias palestinas en los campos de refugiados. Pero esto sigue siendo parte de las victorias pírricas que vivimos quienes luchamos contra el imperialismo, pues sabemos que tarde o temprano las hostilidades comenzarán nuevamente y con mayor saña.