El día de ayer se dio a conocer a través de la Gaceta Oficial la promulgación de la Ley 6945 de Comedores y Centros Comunitarios. La legislación es producto de un largo proceso de organización, debates y movilización de organizaciones barriales urbanas, campesinas e indígenas que desde el inicio de la Pandemia, se hicieron cargo de la grave crisis alimentaria que atraviesa nuestro país.
La Ley crea el Programa de Comedores y Centros Comunitarios, que estará a cargo del Ministerio de Desarrollo Social y tiene como objetivo «contribuir con la seguridad alimentaria de niños y adolescentes hasta los 18 años, personas con discapacidad, personas adultas mayores, jóvenes en situación de pobreza y vulnerabilidad, mujeres embarazadas y población de comunidades indígenas, mediante la provisión de insumos para la preparación de alimentos, así también, el fortalecimiento de Centros Comunitarios«.
Para Kimberly Samaniego, militante de la Articulación de Ollas Populares, esta Ley «Es una victoria feroz para la clase trabajadora y para las mujeres que estamos encabezando este proceso, ya que es una lucha de más de dos años y esto nos deja claro que si nos organizamos, logramos nuestro objetivo. Este proyecto de Ley es mucho más integral que el que conquistamos durante la cuarentena, con esta Ley vamos a poder trabajar en mayor profundidad sobre muchas necesidades que hay en los barrios«.
Las iniciativas de Comedores y Centros Comunitarios podrán ser desarrolladas por Comisiones Vecinales, Asociaciones, Fundaciones, Comunidades Indígenas y Centros Comunitarios ya existentes, y en los mismos se podrán desarrollar actividades artísticas, recreativas, atención psicológica, atención primaria en salud, espacios de formación y capacitación laboral, apoyo escolar, y claro, comedores locales.
Para Cira Novara, quien también es integrante de la Red de Ollas Populares, la promulgación de esta Ley «es una gran victoria que nos demuestra que la organización y la lucha sostenida es capaz de aportar a la transformación y conquistar avances para el mejoramiento de la vida de los sectores populares, indígenas, y de la clase trabajadora en general. Esta Ley no fue elaborada entre cuatro paredes, esta Ley surge de la experiencia de la lucha y las necesidades de los sectores populares, y eso también es una gran conquista para nosotras«.
El desafío de la implementación y el control

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«En este tiempo de lucha pasados demasiadas cosas, represiones, compañeros que cayeron presos, y hoy es realidad esta ley, una ley que va a ayudar a mejorar las condiciones de las Ollas Populares la calidad de la comida, tener más y mejores insumos y poder exigir más, es una victoria demasiado feroz, estamos felices y en pie de lucha para que esta ley se aplique en forma y llegue realmente a los sectores que necesitan, no por cupo político«, enfatiza Kimberly.
Por su parte, Cira señala que es fundamental «continuar la lucha para participar de la reglamentación de la Ley, así como de la ejecución y el control. Vamos a avanzar a ampliar a todo el país de esta red por el derecho a la alimentación que estamos generando, solamente la unidad de los sectores empobrecidos podrá hacer frente a toda esta grave crisis«.
El programa deberá contar con financiación del Presupuesto General de Gastos de la Nación, y podrá recibir donaciones de organismos nacionales o internacionales.
FOTOS: Daniel Ñamandú
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