El Partido de la clase trabajadora, de la alianza obrera, campesina y popular, lanzó un comunicado en la fecha valorando el protagonismo del proletariado, en estos tiempos de crisis agudizada, a la hora de resolver las necesidades de producción para sostener la vida y el funcionamiento de la sociedad.
El posicionamiento inicia valorando la capacidad de producción del proletariado, recordando que son quienes realizan todos los “alimentos, ropas y calzados, casas y edificios, vehículos y aviones, computadores y teléfonos inteligentes, vacunas y cirugías, barcos y submarinos, luces y sonidos, en síntesis, capaz de fabricar todo lo que nos rodea, además de transportar, resguardar, ofrecer bienes y servicios.”
Por otro lado, remarcó la gran injusticia del modo de producción capitalista en la distribución del resultado realizado, dejando las ganancias en pocas manos, con los patrones sin realizar los esfuerzos para producir y llevándose el rédito devenido de la explotación a sus trabajores. Además de ser ellos quienes manejan y dirigen Estados que ofrecen un “lamentable e indignante espectáculo ante la pandemia del coronavirus», develando el desastroso fracaso de los sistemas de salud a nivel mundial, el maltrato y despido a miles y miles de trabajadores, el endeudamiento y corrupción a gran escala, la continuidad de los planes de guerra y saqueo por parte de los monopolios y sus respectivos Estados imperialistas, el racismo y la discriminación entre seres humanos, «todo esto promoviendo la mezquindad y el individualismo bajo la lógica del sálvese quien pueda», tal como denuncia en su comunicado el PCP.
Asimismo, alerta sobre la profundidad de la crisis, diciendo que no solo puede ser similar a la de 1983, como dicen los pronósticos ya publicados, sino que puede ser peor. Para ilustrar el peligroso escenario, menciona al “gobierno del fraude» de Mario Abdo, que «sigue robando, sobrefacturando y comprando insumos de salud inservibles, sin capacidad para materializar de manera ágil y masiva las asistencias, violando trágicamente el derecho a la alimentación, buscando condicionar de manera autoritaria y represiva a la niñez y la adolescencia con el almuerzo y la merienda escolar, demostrando su total ineptitud además de su voracidad para la rapiña.”
Ante la crisis y la obsesión por el saqueo y la entrega del gobierno de las patronales, las y los comunistas recuerdan que “la clase trabajadora se ha organizado para realizar ollas populares; formular sus denuncias por despidos, maltrato, insalubridad y otros pisoteos; resistir la cuarentena de manera disciplinada y demostrar que, sin su participación en la producción, no podemos vivir”.
«Hoy más que nunca quedó demostrado que un mundo sin trabajadoras y trabajadores es imposible, mientras que un mundo sin capitalistas, además de posible, es necesario”, afirma con convicción el Partido de Antonio Maidana, de Carmen Soler, de Idalina Gaona, de Ananías Maidana y Luis Casabianca, entre muchos otros exponentes revolucionarios de incuestionable coherencia en la lucha por los derechos de la clase obrera.
También valora la campaña “La explotación no entra en cuarentena”, desplegada por Acción Sindical Clasista, organización que aglutina sindicatos y diversos gremios de trabajadores. Bajo la consigna «la explotación no entró en cuarentena, la lucha tampoco», ASC ha hecho un importante esfuerzo recibiendo centenares de denuncias por graves y diversas violaciones de derechos laborales, para dar combate de forma organizada y articulada al criminal accionar de numerosas empresas en Paraguay.
El comunicado difundido por la militancia comunista, señala como esenciales lecciones de la pandemia, la solidaridad y el protagonismo de la clase trabajadora a la hora de resolver las necesidades de producción para sostener la vida y el funcionamiento de la sociedad. Opone como otra lección corroborada en tiempos de coronavirus y aislamiento, «la haraganería y el bandidaje de las patronales”.
El posicionamiento comunista culmina asegurando que «el desafío de lograr un país con salud, pan y trabajo», será posible solo con “un gobierno revolucionario de la clase trabajadora», en la medida en que «construya el socialismo-comunismo” y que este 1° de mayo nos encuentra transitando en lucha hacia “la felicidad, con producción planificada, colectiva y sin patrones.”
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