Editorial del 3 de septiembre de 2024


Recuperando las tierras robadas por Stroessner y su numerosa (aunque súper elitista y minoritaria) camarilla de delincuentes, además de las empresas que se crearon con trampas, sin pagar impuestos, con privilegios para facilitar el contrabando a gran escala y que se enriquecieron pagando a trabajadores sin cumplir con el Código Laboral. Con todo esto podemos desarrollar políticas de distribución de derechos a los sectores despojados y perjudicados por el robo y el terrorismo de Estado: las mayorías trabajadoras de la ciudad y del campo, el campesinado, los pueblos indígenas.

El 30 de agosto pasado se realizó un acto por el día internacional del detenido-desaparecido. En el caso paraguayo, como bien lo dijo Rogelio Goiburu, no sabemos exactamente cuántos detenidos desapareció el Estado stronista entre 1954 y 1989. Oficialmente existe una lista de más de 400 personas detenidas y desaparecidas por el stronismo, pero que –con seguridad– son muchas más.

En el acto realizado en la Plaza de los Desaparecidos, Goiburú mencionó que, además de la búsqueda de luchadoras y luchadores secuestrados por la tiranía fascista, de la necesidad de juzgar y castigar a los responsables, de organizar la materia “Autoritarismo en la historia reciente del Paraguay” como obligatoria para la etapa escolar, tenemos la tarea de hacer de esa plaza un bello memorial en donde la juventud trabajadora pueda conocer sobre la rica historia de lucha de nuestro pueblo y cambiar el nombre para que quede bien en claro el homenaje: Plaza de los Desaparecidos Durante el Terrorismo de Estado 1954-1989.

Las tareas pendientes incumplidas para saldar cuentas con el pasado reciente nos han llevado a repetir momentos terroríficos, como fue el doble infanticidio perpetrado por el gobierno stronista de Mario Abdo Benítez, el 2 de setiembre del 2020, que asesinó a las niñas Lilian Mariana y María Carmen Villalba, de 12 y 11 años de edad respectivamente. Diversos organismos internacionales siguen presionando al Estado oligárquico-mafioso que opera en el Paraguay, para que aclare ese macabro suceso que incluso fue festejado por el corrupto y criminal Abdo.

Otro terrible hecho relacionado con ese pasado de Terrorismo de Estado es la desaparición de la niña Carmen Elizabeth Oviedo Villalba, conocida como Lichita, de tan solo 14 años. Sobre este caso también, además de las protestas de organizaciones y personalidades nacionales e internacionales, desde los organismos internacionales como la Organización de las Naciones Unidas, al igual que con el doble infanticidio, existen reclamos al Estado y al gobierno cartostronista de Peña para que esclarezcan lo sucedido.

El despojo de tierras y territorios ancestrales al campesinado y a los pueblos indígenas, así como el asesinato selectivo y la criminalización de varios líderes, ha sido parte de esta conservadora y corrompida transición democrática. Y en vez de ubicar el terrorismo de los grandes empresarios, terratenientes y banqueros en contra del pueblo trabajador, los medios masivos de comunicación se han dedicado a sembrar duda, miedo, desconfianza y división entre las mayorías trabajadoras y sus organizaciones sociales y políticas, recurriendo además al soborno y cooptación, corrompiendo de esta manera a varios liderazgos del campo popular y golpeando la moral, la esperanza y la confianza de trabajadoras y trabajadores en organizaciones que dicen defender sus derechos.

Como ya lo hemos dicho y lo venimos conversando con trabajadoras y trabajadores: el bajo nivel general en salud y educación pública, el deplorable servicio de transporte público, la inseguridad creciente y los robos en las calles, en los ómnibus, en los barrios, así como los bajos salarios, la suba de precios de los alimentos y productos de limpieza, el endeudamiento insostenible, la corrupción, la mafia y el narcotráfico dirigiendo los tres poderes del Estado, son consecuencias de la propuesta de país de estos grandes empresarios, terratenientes y banqueros, que a la vez son dueños de los grandes medios de comunicación que se encargan de sembrar la desconfianza y generar enfrentamientos y divisiones entre el pueblo trabajador.

Por eso es tan importante priorizar la recuperación de lo robado, de lo que nos pertenece y enfocar nuestra rabia que muchas veces está orientada en contra de los explotados y excluidos, atacando a las consecuencias de una propuesta injusta y criminal, escondiendo a los verdaderos responsables de esta situación y al modo de producción capitalista, cuyo ordenamiento ha generado, genera y seguirá generando esta injusta forma de producción y distribución de trabajo y de riquezas.


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