Análisis | Por Santiago Martínez y Jean Mersault
Afirmo bien la esperanza
Cuando pienso en la otra estrella
Nunca es tarde me dice ella…
Victor Jara, El arado.
Contexto de la crisis
Estamos frente a un momento histórico complejo en lo que refiere a una de las principales fuentes de riqueza, puesto que la tierra (naturaleza, etc.) fue gravemente afectada debido a que las medidas llevadas adelante por los Estados para reducir el cambio climático o armonizar la ecología del «capitalismo verde» no fueron ni serán suficientes. Estos enfoques no contemplan la contradicción que yace en el seno mismo del modo de producción capitalista, que siempre tiene como eje la tasa de ganancia, la acumulación y el fetichismo. En este sentido, escribió Karl Marx sobre la lógica productiva bajo este sistema: «la producción capitalista, por consiguiente, no desarrolla la técnica y la combinación del proceso social de producción sino socavando, al mismo tiempo, los dos manantiales de toda riqueza: la tierra y el trabajador» (2009, pp. 612-613).
Las condiciones actuales muestran que es imposible sostener un «Green New Deal»1 que redistribuya la riqueza y proteja al mismo tiempo el medio ambiente, considerando el capital, los márgenes de ganancia y la división internacional del trabajo. No existen condiciones para apuntar a una política de reforma capitalista verde lo suficientemente efectiva (teniendo en cuenta los enfoques propuestos por el Fondo Monetario Internacional [FMI] que deberán ser adoptados2 desde este año) como para subsanar las peores consecuencias del cambio climático (y de la actividad de la sociedad capitalista): sequías, temperaturas altísimas, inundaciones, extinción de especies nativas, etc. Pero es necesario entender que esta crisis es una expresión de la crisis general del modo de producción capitalista. Al respecto, Gonzalo Bárcena (2024) afirma que:
La superación de los límites biofísicos del planeta, y sus manifestaciones en forma de crisis climática, crisis energética o crisis de biodiversidad, son el resultado de una compleja y dinámica estructura social, cuya lógica, la lógica de la acumulación de capital, organiza el conjunto de la naturaleza sobre la base de la necesidad del crecimiento perpetuo y del uso incesante de recursos.
Sobre las aproximaciones estatales tenemos la experiencia de la ineficaz política del de-risking verde; ‘incentivos verdes’; créditos de carbono3; apoyo técnico y financiero de los Estados para que el capital privado se asome hacia inversiones que tengan en cuenta lo medioambiental, la biodiversidad o mínimamente la reducción de la contaminación en sus procesos de acumulación. Estas experiencias se han mostrado ampliamente ineficientes. De la naturalización de estas relaciones sociales se desprende el sentido común que prioriza los intereses del capital privado internacional, Paraguay también se inscribió en movimientos así. La postura del gobierno paraguayo es clara: «las leyes que hemos promulgado […] están atrayendo mucho capital extranjero» (Paraguay TV [@ParaguayTVHD], 2024).
Teniendo en cuenta todo este contexto de rearmamento internacional, escalada bélica y crisis generalizada, bajo un manto de leyes (muchas de ellas de la receta del FMI), el gobierno de Santiago Peña apunta a seguir incrementando las protecciones legales para la explotación de recursos y, a la par, el recrudecimiento de las condiciones de vida de la clase trabajadora.
Entre esas tantas normativas, decretos y resoluciones del gobierno, aparece una resolución que dispone el Plan Nacional de Caza Deportiva (PNCD), que en este artículo se pretende criticar, asumiendo la ironía del Estado que ni siquiera respeta los principios democráticos-liberales para aplicar este tipo de planificaciones dentro del Paraguay. Antes de entrar en el análisis más profundo del Plan, es necesario recordar que, como coloca lucidamente Bárcena (2024): «no estamos, por tanto, ante una falta de voluntad política, sino ante la contradicción fundamental de la gobernanza del Estado capitalista». La avanzada con la que nos enfrentamos es multidimensional y nos lleva a reafirmar la necesidad de la organización trabajadora contra el capitalismo.
El Plan Nacional de Caza Deportiva en Paraguay
Presenciamos recientemente la negligencia lógica por parte de las autoridades del Ministerio del Ambiente y Desarrollo Sostenible (MADES), que en un tiempo récord no solo han elaborado una escueta resolución que versa sobre la caza deportiva, sino que, además, han arrojado un anexo en el que se visualizan las especies que serán diezmadas, entre estas se encuentran especies silvestres nativas. Se trata de la resolución N° 38, de fecha 29 de enero del año 2024, mediante la cual se aprueba el PNCD. Dicho plan es objeto de duras críticas por parte de diversas organizaciones sociales, ya que no se ha realizado un estudio serio al respecto, no se reglamentaron ni delimitaron correctamente las zonas en las cuales se podrá realizar la caza. así como tampoco se aclaró el inicio, duración y fin de una temporada de caza.
Esto solamente puede concebirse bajo el criterio capitalista del Estado: el de servir al fetiche de la ideología burguesa. El Plan se elaboró y se aprobó sin ningún sustento ambiental ni técnico. Fue lanzado con mucha premura y, además, excluyeron de la mesa técnica a expertos y otros sectores sociales, únicamente incluyeron en el equipo a un representante de la asociación de cazadores y al Director de Vida Silvestre del propio ministerio. Dejaron de lado de una forma alevosa a la Universidad Nacional de Asunción (UNA) que es el órgano consultivo en la materia según la Ley 96/92 de Vida Silvestre. Optaron por ignorar la opinión y el criterio de los especialistas en las materias de conservación y biodiversidad. Por todo esto, no es exagerado afirmar que se trata de un proyecto realizado por y para los cazadores.
Además de la pésima conformación de la mesa técnica, hay otros dos factores claves para tener en cuenta a la hora de analizar la viabilidad del Plan Nacional de Caza Deportiva:
- A) El presupuesto anual del MADES es apenas del 0,06% del PGN, el hecho de que cuenten con tan limitados recursos económicos, que ni siquiera llegan a ser el 1% del Presupuesto General de la Nación. Todo esto en el marco de una brutal política de ajuste por parte del gobierno de Peña y del serio déficit estatal.
- B) El MADES no cuenta con la suficiente cantidad de funcionarios para realizar el acompañamiento, control y fiscalización de lo que hablan en el PNCD. Habiendo tantas urgencias medioambientales a nivel nacional, el trabajo de monitoreo que proponen es simplemente imposible.
Tampoco se contempla la realización de estudios de impacto ambiental sobre la población de las especies que están dentro de la lista, no hablan del potencial arrollador que tiene la caza sobre el medioambiente, específicamente la contaminación por plomo. Todo esto se realizó de forma irresponsable, pero acorde a la lógica del capitalismo, ignorando las posibles consecuencias que esto puede generar, dado que varias de las especies de aves que están en la lista realizan viajes migratorios y sus poblaciones se verían seriamente afectadas. Es que incluso la caza de las palomas se tiene que manejar de forma prudente, ya que el plomo afecta a las comunidades indígenas porque se trata de un material nocivo para la salud, tampoco pueden consumirse los animales que han sido cazados por la presencia de plomo en sus organismos.
También es necesario tener muy presente que, como consecuencia de este plan de caza, existe el riesgo de una crisis sanitaria por zoonosis. Varios estudios han comprobado que las aves son portadoras de distintos virus y bacterias que pueden afectar la salud de la población humana. La zoonosis aviaria se produce a través del contacto humano-animal directo, sus secreciones, excrementos o superficies contaminadas. La cacería, en general, es un gran catalizador de potenciales brotes pandémicos, además de facilitar la transmisión de enfermedades zoonóticas ya conocidas, también podría ocasionar la aparición de enfermedades humanas nuevas. La propagación de enfermedades desde la fauna es un riesgo existente, ya que la mayoría de las enfermedades infecciosas se origina en la fauna silvestre, como el notorio virus del SARS-CoV-2 que, si bien sigue siendo objeto de debate, se han identificado eventos de transmisión zoonótica como la propagación del coronavirus de murciélagos y el comercio ilícito del pangolin en el mercado negro.
El Club de Observadores de Naturaleza (CON) estuvo realizando jornadas de concientización y reorganización para intentar frenar este proyecto que tiene el potencial de afectar seriamente a la biodiversidad y a las especies nativas del Paraguay. Este tipo de organizaciones políticamente independientes son necesarias para disputar la avanzada estatal y proteger la naturaleza.
A modo de conclusión
Es imprescindible que como clase trabajadora tomemos consciencia de que este Plan afectará no solamente a nuestro ambiente, sino también al de los pueblos indígenas —que, a su vez, están siendo exterminados sistemáticamente por el proyecto estatal—, además de agravar la situación de la biodiversidad en el territorio que habitamos.
En primer término, la presión social por medio de las protestas y la organización proletaria se presenta como la herramienta necesaria para confrontar el plan de este gobierno, no solo en relación a este nefasto Plan, sino también frente al proyecto totalizador que se está llevando adelante internacionalmente. El problema que enfrentamos no se reduce al modelo del Paraguay —como se afirma en un artículo sobre el capital y la crisis climática publicado en la revista Contracultura (J.A. , 2024)—, por ello:
La solución ha de ser socialista e internacionalista. La alternativa propuesta, ganar tiempo para lograr un capitalismo verde […], pasa por el giro autoritario del capitalismo y un nacionalismo económico que solo recrudecerá la ofensiva contra el proletariado […] y, con más fuerza aún, contra el proletariado inmigrante resultado de los éxodos climáticos.
El debate de la cuestión ecológica y medioambiental precisa, urgentemente, salirse de los márgenes capitalistas e iniciar un proceso colectivo en torno a la organización y a las estrategias para poder finalmente transformar la sociedad y frenar estas crisis.
Referencias
Bárcena, G. (2024, mayo 30). La «perversa trinidad» y el proletariado. Sobre La cuestión ecológica. Contracultura. https://contracultura.cc/2024/05/30/la-perversa-trinidad-y-el-proletariado-sobre-la-cuestion-ecologica/
J.A. (2024, mayo 16). ¿Comprar tiempo para qué? Estado, capital y crisis climática. Contracultura. https://contracultura.cc/2024/05/16/comprar-tiempo-para-que-estado-capital-y-crisis-climatica/
Marx, K. (2009). El capital: Crítica de la economía política (Tomo I, Vol. II) (Ed. a cargo de Pedro Scarón). Siglo Veintiuno.
Paraguay TV [@ParaguayTVHD]. (2024, junio 13). «Las leyes que hemos promulgado son innovadoras, están atrayendo mucho capital extranjero» ministro del @mambiente_py Rolando De Barros Barreto. [Tweet]. Twitter. https://x.com/ParaguayTVHD/status/1801237925423661310
- Propuesta política reformista que pretende mejorar el abordaje de los estados sobre el calentamiento global y la crisis financiera. ↩︎
- Nota del FMI, mayo, 2024. Sobre las reformas que tendrá que realizar el gobierno paraguayo para acceder a los fondos del «Programa de Resiliencia y sostenibilidad»: «Cumplir con los compromisos de implementar un conjunto integral de reformas relacionadas al clima (medidas para aumentar la resiliencia de las inversiones públicas, desarrollar una taxonomía verde, contener los riesgos climáticos al sector financiero, preservar y ampliar la matriz de electricidad limpia del país, descarbonizar su economía y conservar sus bosques) abrirá oportunidades de inversión y ayudará construir un crecimiento resiliente y sustentable».
Ver en: https://www.imf.org/es/News/Articles/2024/05/08/mcs050824-paraguay-2024-art-iv-consult-3rd-rev-policy-coord-instrument-1st-rev-rsf ↩︎ - Ver más sobre los créditos de carbono en: https://es.mongabay.com/2024/01/paraguay-creditos-de-carbono-ley-puede-ser-un-gol-en-contra/
↩︎
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