Histórico encuentro de la clase trabajadora en lucha por sus derechos, se dio ayer en las calles del centro asunceno hasta llegar frente al repudiado «Ministerio del Trabajo, Empleo y Seguridad Social» para exigir el respeto a los tantos derechos vulnerados por las patronales en complicidad con el gobierno, y avanzar hacia el fin de la explotación.
Una representativa y nutrida multitud conformada por sindicatos, estudiantes universitarios, artistas, obreros, profesionales de diversas ramas y oficios, jubilados, amas de casa, ollas populares, organizaciones políticas, entre otros gremios, acudió a la convocatoria del Frente Sindical y Social, demostrando una compartida convicción de lucha en momentos de barbarie capitalista y narcogobiernos.
La presencia masiva de jóvenes y artistas impregnó de belleza y entusiasmo a la movilización mañanera conformada por los diversos gremios que marcharon hasta llegar al Ministerio de Trabajo, Empleo y Seguridad Social, actualmente dirigido por Mónica Recalde de Giacomi, ministra representante de la política patronista del actual gobierno cartista. Allí se abrió el micrófono dando lugar a numerosas intervenciones cuyo punto en común fue la convicción en la unidad de acción clasista y combativa para hacer frente al embrutecido narco gobierno que hoy padecemos, servil a las recetas internacionales de explotación y saqueo.
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Representando a Acción Sindical Clasista, Celeste Houdin manifestó la inmensa alegría de organizarse y lograr tan importante demostración de compromiso en un día «que nos define como clase trabajadora», en alusión a la raíz histórica de esta fecha conmemorativa que posicionó como referentes mundiales a los «trabajadores que en 1886 dieron su vida para que hoy podamos tener 8 horas de trabajo, 8 horas de descanso y 8 horas para poder decidir qué hacer con nuestro tiempo». Continuó afirmando que «esa lucha aún no ha sido completada. Ya que seguimos viviendo en condiciones de trabajo miserables, que ponen en riesgo nuestras vidas, no nos alcanza ni para los alimentos. Por eso recordamos así esta lucha histórica y qué querían quienes se levantaron contra sus opresores. Querían un mundo en el cual esta opresión finalice, en donde quienes todo producimos, los trabajadores, podamos conducir el destino de nuestro país». La dirigente sindical valoró «el esfuerzo de cada persona y de cada organización que ha impulsado este encuentro en la calle, en la lucha, demostrando que es posible una unidad de acción, a pesar de que las patronales han hecho todo lo posible por romper la unidad clasista que es nuestra fuerza».
Asimismo, expresó la solidaridad de los trabajadores con «el pueblo palestino en lucha por su soberanía, por poder vivir en paz». «Levantamos la bandera de una clase que necesita abrazarse, verse como tal. Necesitamos fortalecer la unidad de la clase trabajadora en todo el mundo…Tenemos derechos y tenemos que exigirlos».
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María Stella Silva Invernizzi, presidenta de la Confederación de la Clase Trabajadora, colocó con fuerza la necesidad de la unidad obrero estudiantil y en ese marco el protagonismo de las mujeres trabajadoras. Con la misma firmeza, repudió la agresión a las trabajadoras de prensa por parte del diputado Yamil Esgaib. «…Exigimos el respeto a la libre expresión y a la comunicación. Compañeras trabajadoras de prensa fueron agredidas en el Congreso Nacional. Nosotras levantamos como mujeres y como clase trabajadora nuestra voz de repudio».
Adolfo Villalba, Secretario Gral. del Sindicato de Trabajadores de Ande (SITRANDE) advirtió al gobierno saqueador de lo público que ante el atropello a sus derechos, el pueblo se levantará. En agitador guaraní exclamó: «Cuidado con los estudiantes que dieron una señal. Cuidado con los trabajadores, que ante el despojo de nuestros derechos como hormigas rojas vamos a ir por ustedes».
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Ariel Prieto, secretario adjunto del Sindicato de Trabajadores de MITIC, se refirió al sector público aludiendo que muchos otros compañeros y compañeras que quisieron estar presentes en la marcha, están trabajando como consecuencia de «una política patronal que les priva de sus derechos por salarios miserables, sin pagarles horas extra, esas son las condiciones de la juventud trabajadora en Paraguay… En el sector público, los «nepobabys» son una minoría. La gran mayoría de jóvenes trabajamos con contratos basura, sin seguro médico ni jubilación, cobrando sueldo mínimo o aún inferiores. En el sector público al igual que en el sector privado, somos explotados. No existe tal división. Lo único que existe es una clase explotada por una patronal terrorista con el ministerio del trabajo como cómplice», enfatizó.
«Este ministerio hace de todo para que los trabajadores no se puedan organizar. Hace oídos sordos ante los 65 trabajadores de un puerto como el de Caacupemi, injustamente despedidos. Hace oídos sordos ante la muerte de trabajadores de la fábrica de Ochsi. Este ministerio es cómplice de cada uno de los patrones y su política de persecución sindical. Les pasa la lista de los trabajadores que intentan organizarse en sindicatos para poder vivir mejor, para poder trabajar en condiciones seguras. Nadie se organiza porque sí. Nos organizamos porque es urgente construir un país para la clase trabajadora», refirió el joven representante del gremio de la comunicación.
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En potente jopara, María Denis, de la Articulación de Ollas Populares, afirmó que «la lucha es una y hay que estar unidos… La lucha de los pobres hay que llevarla entre todos. Hay que extender la solidaridad entre todos los sectores sociales ante un Estado al que no le importa la vida de la gente. Tanto, que ni siquiera se ocupa de los derechos más básicos como el de la alimentación». En ese sentido, manifestó que hace años están luchando para que se cumpla la ley de ollas populares y que en este momento hace 4 meses que el Estado no les provee los insumos que les corresponde para el sostenimiento de las ollas. «La alimentación es un derecho adquirido desde la concepción. Para poder aprender es necesario estar bien alimentado. Pero el gobierno nos quiere débiles e ignorantes, por eso no cumple… Y el hambre no puede esperar. Yo puedo comprar zapatos a mi hijo cada un año, pero no puedo darle de comer cada 4 meses…», indicó Denis.
«El Ministerio de Desarrollo Social dice que va encargarse del nuevo proyecto de «hambre cero» y ni siquiera cumple con los comedores sociales ni los centros comunitarios. Quieren seguir comiendo nuestra plata mientras nos mantienen con hambre. Es algo que no deberíamos permitir», exhortó. «En nuestras comunidades hay gente con hambre. El Paraguay tiene hambre. Cuántas paraguayas morimos porque no tenemos seguro social, no tenemos jubilación. Yo ya estoy envejeciendo y voy a terminar reciclando por 10 mil guaraníes por día, como ahora. Este gobierno es miserable porque le hace sufrir a su gente. Miserable, porque le niega el estudio. Miserable, porque le niega el derecho a la alimentación. Miserable porque le niega la tierra, qué va a hacer el campesinado si se le niega los recursos… Le decimos a este gobierno miserable, que nuestra lucha va a ser continua. Donde se esté luchando, las olleras estaremos ahí».
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Gabriel Espínola, Secretario Gral. de la Organización de Trabajadores de la Educación del Paraguay-Auténtica (OTEP-A), enfatizó en la necesidad de una dirigencia honesta y fiel a los intereses de su clase. «Cuando los estudiantes se movilizan, los reaccionarios y conservadores tiemblan. Falta que la clase obrera remueva a la dirigencia traidora de las centrales… Seguimos el camino más difícil pero necesario, que es el de lograr que la clase obrera, sin la burocracia sindical, para el próximo 1 de mayo tenga un único y multitudinario acto».
Miguel H López, docente de la Facultad de Ciencias Sociales de la UNA y Secretario Gral. del Sindicato de la FACSO, denunció la persecución ideológica y política que soportan, así como los salarios exiguos que no permiten una vida digna, los contratos amañados y los concursos a medida impuestos por una claque empotrada en la universidad pública desde donde se debería garantizar una educación gratuita, libre y de calidad. «Hoy es un día de lucha. Estamos en la calle, concientes de que este es el escenario desde donde las luchas se concretan y los derechos se conquistan».
La estudiante de la UNA, Aitana Gorostiaga, compartió el contundente mensaje de los universitarios: «Somos estudiantes que trabajamos. Somos del turno tarde, del turno noche. Vamos directo a clase después del trabajo. Dormimos cuatro horas. Estudiamos de nuestras fotocopias en el colectivo y hacemos nuestras tareas en el almuerzo. Exigimos la defensa del arancel cero como oportunidad para que los hijos e hijas de la clase trabajadora puedan acceder y culminar la universidad. Repudiamos la «ley hambre cero» que usa como bandera política el hambre que pasan nuestros niños para repartirse la plata entre los mismos corruptos de siempre. Denunciamos la traición de supuestos representantes y dirigentes cómplices de la ley de hambre cero, la ley de superintendencia, la ley de la carrera civil, y ahora la modificación de la ley de educación superior. Esta gente se cree «técnica», nos trata de «akane». Les decimos que hay algo que no se estudia ni en Chicago ni en Nueva York ni en ninguna universidad de élite y eso es la integridad. No les creemos sus supuestos intentos de mejorar la educación y el funcionamiento del Estado. Sabemos que sus intenciones son privatizar y privarnos de derechos. Mientras sigan con sus intenciones nefastas, nosotros vamos a seguir resistiendo en marchas, huelgas y tomas». Así culminaba su alocución al grito colectivo de «Obreros y estudiantes unidos y al combate».
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Por su parte, José Giménez, estudiante de la carrera de Medicina, también hizo sentir la solidaridad con la clase trabajadora que los convoca a luchar unidos por convicciones y sueños comunes. Y a la vez cuestionó las contradicciones de un sistema injusto que no solo es incapaz de resolver los problemas estructurales de nuestras sociedades, sino que es el responsable de generar las condiciones para que estos se agudicen. «Comprendemos la diferencia de intereses entre la clase gobernante y la clase trabajadora. Y manifestamos firmemente nuestra postura en defensa de nuestros derechos. Nuestro derecho a jubilarnos, a estudiar y ahora a pelear por mejores condiciones de vida en nuestros lugares de trabajo con esta nueva ley. Este gobierno, perro fiel del capital, perro fiel de las tabacaleras, de los sojeros, de la clase gobernante nacional e internacional, está siguiendo órdenes directas del Fondo Monetario Internacional para aplastar nuestras ya precarias condiciones de vida. Estos derechos los reivindicamos en las calles porque no tenemos representatividad y nunca la vamos a tener bajo este sistema. Este sistema está funcionando tal y como tiene que funcionar. Necesitamos construir otro nosotros, entre obreros y estudiantes», señaló el joven. «Detrás de cada estudiante, hay una familia trabajadora, puede haber una persona enferma oncológica que no tiene medios para cubrir su tratamiento, sus medicamentos, y ahora tampoco va a tener medios para cubrir los aranceles de la facultad». Alertó que los avances sobre nuestros derechos son cada vez más alevosos y van a seguir, por lo que «necesitamos organizarnos porque ellos tienen hegemonía, son mayoría en el congreso, son financiados directamente por la claque gobernante. Necesitamos plantarnos ante esto».
Representantes de la Unión de Jubilados del Paraguay, la Asociación de Asegurados de IPS, la Asociación de Actores, la Organización cultural Jakaira, de la Facultad de Ciencias Exactas y de la Facultad de Enfermería y Obstetricia de la UNA, hijos de trabajadores despedidos del Puerto Caacupemí, entre otros, fueron también parte de la amplia diversidad de referentes que tomó el micrófono para expresar sus reclamos y propuestas de unidad.
Este histórico encuentro, además de un espacio de intercambio de ideas y proyectos comunes en torno a la necesidad de trasformar la realidad, de denuncias y de identificación de los responsables de esta crisis que nos aqueja; fue un estimulante abrazo de la clase trabajadora y un paso fundamental para su reorganización y reagrupamiento independiente, en avance hacia su emancipación.
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Fotografías: 1º de mayo de 2024, Asunción, Paraguay. Archivo de Adelante!
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