Editorial del 31 de marzo de 2021
El “deber favores” es lo que se encargaron de instalar en nuestras consciencias. Deber un puesto de trabajo, becas de estudios para parientes, análisis gratuitos o más baratos, medicamentos, acceso a tierra o vivienda o a gestiones efectivas. Todo lo que corresponde al Estado como obligación y a los ciudadanos y ciudadanas como derecho, las cúpulas coloradas y liberales se empeñaron en hacernos ver como favores y privilegios.
Y esa es una de las causas principales de que miles de familias de gente trabajadora, sacrificada, siga atada políticamente a los Partidos Colorado y Liberal. Sus direcciones han desarrollado una cultura prebendaria y clientelar, degradando a la política como un instrumento para beneficiar a quienes están en el poder y a sus amigos.
Lograr que la clase trabajadora asuma como favores lo que en realidad son derechos, es el principal sentido que sostiene en el poder a las direcciones corruptas de los partidos conservadores como el Colorado y el Liberal, condicionando a muchas familias a que sigan trabajando en favor de sus proyectos políticos saqueadores y responsables directos de esta criminal desigualdad social que vivimos.
Esta práctica se ha venido desarrollando desde 1887. Por un lado, entregan los recursos de nuestro país a empresas extranjeras, a familias que se hicieron millonarias con el tráfico de influencias, usurpando tierras, montando empresas sin pagar impuestos, explotando a las mayorías trabajadoras sin pagarles lo que les corresponde, precarizando el trabajo y logrando que la mayor parte de las mujeres y hombres estemos en la informalidad, sin contratos ni ningún tipo de seguridad, protección o estabilidad laboral.
Si nos fijamos en la composición de las direcciones de los Partidos Colorado y Liberal a lo largo de su historia, encontraremos que siempre tuvieron una mayoría de personas millonarias en los lugares de decisión, defendiendo sus intereses y privilegios, organizando a la clase trabajadora en función a prebendas, ubicando dirigencias sindicales totalmente corrompidas, dirigiendo la opinión pública a través de los medios de comunicación que son propiedad de las mismas familias millonarias cuyos intereses son defendidos por estas cúpulas partidarias.
Salir de estos partidos conservadores identificando que lo que nos hacen creer que son favores en realidad son derechos, es fundamental. Las mayorías trabajadoras tenemos el desafío de identificar a estas organizaciones políticas como lo que son, un obstáculo para el desarrollo del país.
Es un paso favorable a la democracia, porque la democracia es el gobierno de las mayorías. A lo largo de más de un siglo de gestión de gobierno, las autoridades de los Partidos Colorado y Liberal han demostrado a quiénes realmente responden. Entonces, mientras sigan en posiciones de poder político, las políticas públicas serán antidemocráticas, o sea, favorables a las minorías explotadoras.
Ayer, martes 30 de marzo de 2021, estos politiqueros favorecieron el blindaje de los gastos sociales de las binacionales, favorecieron a los mafiosos empresarios del transporte y encarcelaron a estudiantes que se manifestaron contra todo este proyecto de saqueo, entrega y represión. Eso fue en tan solo uno de los días de estos 134 años que han pasado desde la fundación de estos Partidos políticos, en los que diariamente han venido operando al servicio de terratenientes, empresarios y banqueros corruptos. Esa es la realidad y eso es lo que debemos derrotar.
El terrorismo de Estado basado en la criminalización de la disidencia política, mintiendo y engañando con noticias e información falsa para evitar la caída de todo este orden injusto está siendo desenmascarado, pero exige una claridad en el proyecto y una estrategia sólida, además de liderazgos valientes y transparentes.
Quienes confiamos en que las mayorías trabajadoras son honestas, sacrificadas y buscan un Paraguay justo y con igualdad de oportunidades para todas las personas que nazcan dentro de su territorio, insistimos en que la clase trabajadora debe desarrollar un proyecto propio para destruir este tipo de Estado y recuperar la dignidad de miles de personas y familias que están secuestradas por la cultura prebendaría y clientelar.
Construir un proyecto político que confronte y condene social y políticamente a estos mafiosos y corruptos como Cartes, Wasmosy, Vierci, Llano, Jaeggli, Riquelme, Galaverna, Duarte Frutos, requiere del protagonismo y el coraje de las mayorías trabajadoras. El Partido Comunista Paraguayo viene trabajando con dedicación para aportar a esa síntesis política capaz de expresar el interés de las mayorías y gobernar en consecuencia.
El momento que vivimos nos reclama concentración, coraje e ingenio desde la clase trabajadora, para destruir este Estado, encarcelar a saqueadores, corruptos, torturadores y asesinos, construyendo ese Poder de las mayorías para gobernar democráticamente nuestro país.
Foto de inicio: Ñamandu, para Adelante!
Mucho texto
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Espectacular la caracterización y el análisis…hasta la Victoria Siempre
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