CON-TEXTO | Por Miguel H. López
Alardear en medio de la desgracia es de malparidos. Fiel a ese linaje, Mario Abdo Benítez, a la sazón presidente de la República, ayer nomás se jactaba de que la gestión de su Gobierno es histórica, que es el que más invirtió en salud a lo largo de 31 años de democracia política [1].
Como atenuante de su dislate, alegó que habla de logros de la prepandemia donde ya tenían un plan de fortalecimiento. Claro, todos sabemos que los planes son rayaduras en papel. La realidad, siempre es la mejor evidencia a la que uno puede recurrir ante los engañosos discursos de las autoridades. Total, para maquillar palabras, para falsear datos, para pulir comunicados, hay suficiente mentira en un gobierno como el que nos toca.
Mario Abdo Benítez, hijo de Mario Abdo Benítez, secretario privado del dictador Stroessner (1954-1989), para no dejarnos sin falsedades, alegó además que en esta emergencia sanitaria por Covid-19 no hay paciente que haya quedado sin terapia intensiva cuando la requirió. Horas antes directivos del INERAM, el principal hospital de referencia para la pandemia, anunciaba que ya había lista de espera para los casos graves [2]; y el día anterior el mismo centro asistencial confirmaba que el 100% de las camas comunes y de UTI estaban ocupadas, el 90% por infectados con el nuevo coronavirus [3].
Las expresiones del mandatario no deben sorprender. De hecho, antes que asombrar generan molestia. No deben sorprender porque vienen siguiendo la misma línea desde el inicio de su mandato (agosto de 2018) y la misma estrategia –miserable- aplicada a lo largo de toda la emergencia sanitaria por pandemia.
El Gobierno opera todo con propósitos políticos de politiquería, no de políticas públicas. Parte del fracaso del plan de emergencia ante la pandemia es ese mal manejo. Su Gobierno no hace las cosas porque sean su responsabilidad, porque sean un servicio a la población, porque sean un mandato imperativo por las necesidades del país. No. Las hace para figurar, para buscar rédito político (eventualmente electoral), para llenar informes y abultar estadísticas (que no le sirven a nadie cuando no hacen carne en las necesidades sociales de la gente). Bueno, cuando realmente las hiciera por lo menos habría evidencias, no solo discursos.
Las palabras del mandatario andan teniendo el mismo valor que su credibilidad. Entonces, cuando anuncia que su gestión en materia de salud es histórica, hay que levantar la vista y no caer en la insensatez. De hecho, ninguno de los Gobiernos de su ralea, colorados, a lo largo de 70 años, tuvo interés en mejorar el sistema de salud pública, pero sí en abultar la estructura para llenarla de operadores políticos a costa de la vida y el dinero de la población.
Esta no es la excepción. Es decir, Mario Abdo no es la excepción. Solo busca hacer buena prensa, para levantar su perfil de presidente del desastre que está en picada libre; ya por el fracaso por el incumplimiento con lo urgente que debía ejecutarse para hacer frente a la pandemia, ya por el escándalo internacional del asesinato de dos niñas (11 años) argentinas en los bosques de Concepción, en Yby Ya’ú, por militares de la Fuerza de Tarea Conjunta en un, calificado por los mismos efectivos, tiroteó con el autodenominado Ejército del Pueblo Paraguayo. O por el secuestro del exvicepresidente Oscar Denis y el indígena Adelio Mendoza (que trabajaba con él, ya liberado), asumido, según panfletos, por la misma banda armada en el Norte del país.
¿Está claro por qué necesita mentir para pretender destacar en todo? Porque en realidad no está haciendo bien las cosas y necesita del autoengaño y el engaño masivo. Bueno, sin olvidar que cada cierto tiempo se mide con las obras de Gobierno del dictador Stroessner [4] al que admira con sinceridad [5] y agradecimiento ya que a su sombra creció y vivió toda su vida de privilegios.
Entonces, hablar de que la salud recibió la mayor inversión histórica en 31 años mediante su gobierno, es un fraude, como calificaron su victoria en las elecciones generales. ¿Por qué? Porque en realidad el malogrado sistema de salud pública sigue tan mal como siempre. Si tal afirmación de inversión histórica fuera cierta, en este momento el enfrentamiento a la pandemia sería más holgado y los funcionarios de blanco no estarían renunciando [6].
Decir lo que dice Mario Abdo, en un momento en que la Covid-19 está causando casi 30 muertes por día y registra en promedio 800 casos positivos por jornada, sin reparar en el subregistro que se abulta por falta de insumos para el hisopado y otras atenciones, es como mínimo una alta expresión de hipocresía y de desprecio hacia la población. Porque, siendo Paraguay el tercer país de la región que más gasta [7] para el combate a la pandemia (luego de Brasil y Perú) [8], en la realidad eso no se ve.
La explicación a todo esto puede hallarse en cómo se dilapidaron los recursos, USD 1.600 millones recibidos en préstamo para atender la emergencia sanitaria. De este dinero cerca de USD 100 millones fueron destinados a Salud hace casi 6 meses [9]. Solo fue ejecutado hasta la fecha cerca del 8% [10]. El resto sigue guardado, o es lo que suelen explicar. El ministro Julio Mazzoleni se excusa culpando del atraso a la burocracia, mientras su horizonte previo está altamente enturbiado por casos de corrupción y un intento escandaloso de dos empresas, Insumos Médicos S.A. y Eurotec S.A, del clan Ferreira (Justo Ferreira), de venta de insumos traídos de China con problemas en las especificaciones.
Hoy, los mismos gremios médicos denuncian la falta de personal, de infraestructura e insumos para atender la emergencia. Este cuadro desmejorará si tomamos en cuenta los anuncios de Salud Pública de que lo peor del nuevo coronavirus llegará en octubre.
Tal vez lo que podría asumir realmente Mario Abdo es que su Gobierno es el que más gastó en nombre de la salud pública en los últimos 31 años, sin modificar significativamente el panorama del sector, que en contrapartida se hunde en medio de la negligencia, el mal manejo de los recursos y la deficiente administración de los préstamos.
No está mal querer tener buena imagen. Lo terrible es tratar de hacerlo desde la irrealidad, especulando con un sector donde, precisamente, cualquier afirmación triunfalista del Presidente le explotará en el rostro y se esparcirá por todos lados, como la incapacidad de su propio Gobierno.
[1] https://www.ultimahora.com/mario-abdo-se-jacta-historica-inversion-salud-n2906321.html
[2] https://www.ultimahora.com/ingreso-pacientes-ya-es-incesante-y-hay-lista-espera-dice-director-ineram-n2906305.html
[3] https://www.ultimahora.com/ineram-el-100-camas-ocupadas-salas-comunes-y-uti-n2906104.html
[4] https://www.ultimahora.com/marito-se-jacta-aliviar-la-salud-y-reivindica-al-dictador-stroessner-n2869851.html
[5] https://www.nodal.am/2020/07/paraguay-mario-abdo-benitez-reivindica-al-dictador-alfredo-stroessner-ipu-pora-la-3-de-noviembre-o-nahaniri/
[6] https://www.ultimahora.com/medicos-y-enfermeros-renuncian-plena-pandemia-estres-o-temor-n2906248.html
[7] https://www.ultimahora.com/paraguay-los-que-mas-dinero-destinan-contra-covid-respecto-al-pib-n2888883.html
[8] https://www.lanacion.com.py/negocios/2020/05/20/paraguay-entre-los-paises-que-mas-gastan-para-enfrentar-al-coronavirus/
[9] https://www.lanacion.com.py/pais/2020/04/01/salud-ya-dispone-de-us-100-millones-para-enfrentar-al-covid-19/
[10] https://www.adndigital.com.py/mazzoleni-culpa-a-la-burocracia-por-no-usar-el-dinero-destinado-a-salud-para-el-combate-al-covid-19/
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