El escrache y la golpiza al millonario y corrupto Jefe de Gabinete del actual Gobierno del Fraude, Juan Ernesto Villamayor, fue la nota de este fin de semana. Recorrió todos los medios de comunicación, incluyendo nuestros teléfonos, generando celebración en la gente que está harta de tanto robo y concentración injusta e impune de las riquezas, como angustiada por la crisis económica, el crecimiento del desempleo y la violencia. A esto se suma la sostenida y criminal mediocridad del gobierno que, mientras una gran cantidad de países que incluye a nuestros vecinos Argentina, Bolivia y Brasil, ya están vacunando a sus respectivas poblaciones, aún no puede aseverar cuándo llegarán las vacunas ni cuándo se iniciará la inmunización de la población.
Juan Ernesto Villamayor es una reconocida figura envuelta en numerosos escándalos de corrupción que perjudicaron al Paraguay y a sus habitantes, como es el caso de las negociaciones con Guaidó para reducir la deuda paraguaya con la estatal venezolana PDVSA, así como el vaciamiento del Banco Nacional de los Trabajadores en la década de los ‘90, o su imputación en el 2002 por desvío de fondos siendo Ministro de la nefasta Secretaría Nacional de la Reforma, que fue la punta de lanza para el intento de avanzar con las privatizaciones, a la cual se sumó la propuesta de “ley antiterrorista” para reprimir las movilizaciones populares, proyectos que fueron frenados con una lucha de 17 días con represiones, varios heridos y el compañero Calixto Cabral asesinado por fuerzas policiales. Aclarando que estamos haciendo un repaso incompleto de su acumulación fraudulenta de riquezas, no queremos dejar de mencionar los pagos irregulares en la adquisición de helicópteros para la Policía, las demandas a la municipalidad de Asunción como representante de la empresa española IVESUR y la denuncia realizada en su contra en Brasil, acusado de recibir coimas para evitar la extradición de Darío Messer, cuando era prófugo de la justicia brasileña.
Por su parte, el escrachador, conocido como Darío Felipe Giménez, según la información circulada, es otro millonario, en este caso ganadero, vinculado a Horacio Cartes y al saqueo stronista, puesto que es pariente del nefasto torturador y corrupto ex ministro de Salud del tirano Stroessner, Adán Godoy Giménez. Su familia fue beneficiaria de negocios durante la época de Stroessner. Además, durante el gobierno de Cartes, su hermana Larissa Giménez, fue directora de Paraguay TV y durante su gestión se evidencia cuando menos tráfico de influencia teniendo en cuenta que su hermano, el recientemente conocido escrachador, se benefició de los remates de ganado por tv.
Mientras millones de paraguayas y paraguayos estábamos cocinando en nuestras casas o yendo a cenar en lomiteros de la calle o algún que otro bar modesto, otros pasando hambre y angustia, estos millonarios se estaban trenzando a moquete en un restorán lujoso, representando dos facciones de oligarcas y mafiosos que disputan el gobierno para saquear el Estado. Y así y todo, la clase trabajadora disfrutó del escándalo que terminó con el Jefe de Gabinete de Abdo expulsado del centro gastronómico. Es tan grande la rabia compartida como la impunidad.
Sin dejar de celebrar la humillación de Villamayor, no debemos confundirnos en la consideración de quien lo escrachó. No es héroe ni patriota. Es otro patrón badulaque que forma parte de esos pocos millonarios que desde hace muchos años dirigen nuestro país, con un proyecto empavonado de hipocresía y negociados que golpean duramente la calidad de vida de las mayorías trabajadoras, atropellando cualquier tipo de legalidad que les impida seguir acumulando riquezas, contrabandeando, utilizando tráfico de influencias para vender sus productos o realizar sus construcciones, trampeando todo lo que puedan trampear, como una especie de pasatiempo que a ellos divierte mientras posterga obligaciones de cualquier Estado moderno en cuanto a cobertura y garantía de salud y educación pública gratuita y de calidad que, acompañado del derecho a la tierra, vivienda, alimentación adecuada y trabajo con estabilidad y seguridad social, debería garantizar igualdad de condiciones y oportunidades para cada habitante del Paraguay.
Pero claro, al ser este un Estado a imagen y semejanza de empresarios, terratenientes y banqueros como Villamayor y Giménez, tenemos esta estructura organizada para la corrupción, el saqueo y la entrega de los recursos del país, produciendo destrucción, enfermedades y muertes para las mayorías trabajadoras.
Del lado antagónico, la Comisión Naranjaty, de Marina Kue, propone a las asuncenas y los asuncenos que pasen por la Plaza de Armas frente al Congreso Nacional. Ahí acampa una delegación que vino de Curuguaty para exigir el tratamiento del Proyecto de Ley que pretende recuperar la totalidad del territorio donado por La Industrial Paraguaya S.A. en 1967 al Estado y usurpado por la familia Riquelme. Y para sostenerse en estos días, proponen el solidario intercambio de su producción en la huerta -maíz, poroto, maní, queso, calabaza, banana, batata, miel negra- por alimentos imperecederos.
La Comisión Naranjaty está presente desde ayer frente al Congreso para reclamar el cumplimiento del fallo de la Corte Suprema de Justicia, en el cual se demuestra claramente que las tierras de Marina Kue pertenecen al Estado Paraguayo, por lo que la supuesta donación de Campos Morombí al Ministerio del Ambiente y Desarrollo Sostenible es un hecho ilegal e ilegítimo. La inscripción en el Registro Público, de la donación que hiciera LIPSA al Estado Paraguayo en 1967 se debe realizar a nombre del INDERT, de manera que estas tierras sean destinadas a la Reforma Agraria Integral, beneficiando a las familias que allí viven y producen, en condiciones difíciles. Estarán en la plaza para conversar sobre la historia de las tierras y la producción campesina en nuestro país, sobre su lucha y las pruebas que muestran la legitimidad y la legalidad de los reclamos.
Contrastando con el espectáculo grotesco de los millonarios haciendo galas de su disputa por el poder del saqueo y la explotación, se levanta la dignidad del pueblo materializada en el gesto de la Comisión Naranjaty, que propone un encuentro para fortalecer los vínculos y ayudarnos en nuestras luchas y en nuestra subsistencia, referenciando el trabajo, la solidaridad y la organización colectiva como valores que nos identifican y como pilares del poder popular.
Sumando belleza y combatividad desde nuestras filas, desde las filas de quienes producimos todo lo que nos rodea, este viernes en otra plaza, en la Plaza O’leary, celebraremos los 93 años del Partido Comunista Paraguayo, compartiendo entre un grupo de nuestra militancia y de amigas y amigos, cuidando los protocolos sanitarios, un documento político en el que expresamos una síntesis de nuestra forma de ver las luchas en Paraguay y en el mundo, así como la posibilidad de superar esta caótica y miserable situación abonada y promovida por las patronales imperialistas, de las cuales se hacen eco los Cartes, Abdo, Wasmosy, Vierci, Zucolillo, así como los Villamayor, Giménez y las direcciones de los partidos políticos conservadores, como el colorado y el liberal.
Frente al bochorno de las patronales, las y los trabajadores nos inyectamos con nuestras mejores experiencias de lucha y dignidad que, a pesar de nuestra debilidad organizativa, se expresan diariamente en nuestro quehacer y nos entregan pistas de por dónde seguir construyendo el gran proyecto de unidad amplia y profunda, con la necesaria e ineludible rebeldía organizada para derrocar del poder a las patronales y construir el gobierno y el Estado dirigido por la clase trabajadora de la ciudad y del campo.
Imagen de inicio: Ilustración de Javier Laterra para Adelante!
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