Editorial | 14 de agosto de 2023

Para sacudirnos y creer en la resistencia creativa y digna, el otro 15 de agosto en la Plaza Italia, desde las 10hs, será como un combustible, una invitación a la imaginación, una inspiración para construir unidad.

Aun nos falta un largo camino hacia una gran organización política capaz de ejercer poder y hacer realidad la igualdad de oportunidades para todas las personas que habitamos nuestro país. Necesitamos revisar nuestra coherencia entre lo que decimos y hacemos, los mecanismos de participación y toma de decisiones, la composición de direcciones políticas honestas, solidarias, con capacidad de trabajo colectivo, valientes, con claridad en cuanto a lo que necesitamos para lograr que en nuestro país gobiernen quienes todo producen, que son las trabajadoras y los trabajadores.

Y en ese largo camino, tenemos la oportunidad de encontrarnos, celebrar nuestra amplitud, nuestra diversidad, defender nuestros derechos, identificar los derechos perdidos y los que debemos conquistar, respetando nuestros procesos, asumiendo nuestras crisis y apostando a ser un polo de atracción que entusiasme a las mayorías trabajadoras motivándolas para la unidad contra el cartismo y contra las patronales generadoras de tanta injusticia. Esto vital.

El 15 de agosto oficial resume todo lo que está mal en nuestro país: es súper elitista, paranoico y despilfarrador. Es solo para los grandes empresarios, terratenientes, banqueros, politiqueros, y lo demuestran al cercar todo el centro asumiendo que no es un gobierno del pueblo. En este acto oficial se gastarán unos millones de dólares, o sea, miles de millones de guaraníes, desconociendo la angustiante necesidad de las mayorías trabajadoras que día a día atravesamos incontables penurias.

El 15 de agosto oficial es el maquillaje de la mafia en el poder, vistiendo de gala a grandes delincuentes como Horacio Cartes y toda la camarilla de saqueadores, corruptos y aprovechadores que tienen como proyecto el enriquecimiento personal y de sus grupos, utilizando los recursos que pertenecen a todo el pueblo paraguayo. Es la oficialización del continuismo cartista-stronista, que antes de empezar ya adelantó que pretende realizar cambios en el Estado sin presentar una propuesta general de la nueva estructura estatal, metiendo propuestas por partes y sin abrir un debate con actores involucrados, incluyendo a la ciudadanía.

El otro 15 de agosto es el del futuro libre y de respeto a la diversidad. Es el 15 de agosto que defiende la alimentación sana  y el combate al hambre; es el espacio en donde la niñez y la adolescencia tienen voz y voto para decidir qué Paraguay queremos; es la convocatoria de quienes nos oponemos a los privilegios para una minoría y defendemos el Paraguay que garantiza los derechos laborales, seguridad social, el derecho a la tierra y a la producción campesina, el derecho al transporte público de calidad y a precio justo, el derecho a la salud y a la educación como bienes comunes y no  como mercancías, el derecho a la diversidad de orientaciones de género y sexuales, el derecho a la seguridad, a la no discriminación, en fin, el derecho a la felicidad que te da la justicia social.

Sabemos que para acercarnos al Paraguay que queremos, necesitamos tener plena convicción en que solo luchando vamos a estar mejor. Y para que nuestras luchas tengan éxito, la unidad de las mayorías que no son multimillonarias, la unidad de acción en defensa, recuperación y conquista de derechos es el paso necesario. Y parte de ese paso se encuentra en el otro 15 de agosto, mañana, a las 10hs en la Plaza Italia. No nos quedemos en casa ni asistamos al oficial. ¡Vayamos al Otro 15 de agosto!

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